Redacción: Inés Arroyo
La presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, rechazó que dentro del partido se practique el influyentismo, luego de que Iván Escalante, titular de la Profeco, denunciara presiones para frenar sanciones a negocios irregulares.
En entrevista durante la conferencia del Consejo Nacional de Morena, Alcalde sostuvo que nadie tiene permiso para intervenir en decisiones administrativas. “En Morena no hay tráfico de influencias. Nadie puede marcar para pedir favores”, afirmó.
La declaración surge después de que Escalante informara ante diputados que fue presionado por legisladores y figuras del movimiento para evitar la clausura de un hotel de lujo, sancionado por irregularidades como cobros ocultos, precios en dólares y falta de información al consumidor. Durante el operativo, recibió llamadas de personas cercanas a Morena e incluso de figuras de alto nivel.
Pese a las presiones, Escalante aseguró que procedió conforme a la ley y notificó de inmediato a la presidenta Claudia Sheinbaum. Según relató, la mandataria lo respaldó: “Iván, dale, es tu chamba”.
Sheinbaum reiteró que su gobierno no permitirá actos de influyentismo y que no intervendrá, ni ella ni su familia, en decisiones que competen a las instituciones. También señaló que corresponde a Escalante decidir si revela los nombres de quienes intentaron intervenir.
Luisa Alcalde coincidió con la postura de Sheinbaum y respaldó el actuar del titular de Profeco. Además, advirtió que dentro del movimiento no hay espacio para quienes creen que pueden influir con llamadas. “Si alguien lo intenta, está equivocado. Esa no es la ruta en Morena”, dijo.
Hasta el momento no se han presentado denuncias formales ni se ha confirmado una investigación interna. Sin embargo, el caso ha encendido las alarmas y generado llamados a la transparencia.
El mensaje de Morena es claro: no se tolerarán presiones, sin importar de dónde vengan.
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ
Agregar comentario