Redacción: Naome Zavala
El mundo del espectáculo se estremece con las acusaciones de Ivet Playa contra el aclamado cantante Alejandro Sanz. Playa, quien pasó de ser una ferviente fan a asistente personal del artista, ha denunciado públicamente un presunto abuso de poder, desatando una polémica que ha llevado a Sanz a responder directamente desde sus redes sociales, ofreciendo una versión que contrasta drásticamente con la de su acusadora.
Según el relato de Ivet Playa, la relación con Sanz se inició en 2015, cuando ella era una joven de 18 años y él, un consolidado artista de 49. Lo que comenzó como una interacción en redes sociales, con mensajes privados y publicaciones compartidas, escaló rápidamente, a un vínculo íntimo y sexual. “Jugó con mis sueños, jugó con mi ilusión”, afirmó Ivet, describiendo esta etapa como una “terrible pesadilla” que la dejó sintiéndose “engañada, utilizada, humillada” y hasta “sucia”. Su testimonio ha encendido las alarmas, con algunos internautas señalando posibles indicios de grooming por la dinámica de poder.
La respuesta de Alejandro Sanz no se hizo esperar. A través de sus historias de Instagram, el cantante manifestó su sorpresa y dolor ante las acusaciones. “Ivet, yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros, dos personas adultas compartiendo su cariño, siendo libres. Qué pena que este sentimiento se haya roto ahora”, expresó Sanz. El artista sugirió que el verdadero motivo detrás de estas declaraciones podría ser de índole económica. Reveló que, en mayo Ivet Playa le propuso invertir en negocios familiares, una oferta que él rechazó tras consultar con sus asesores.
Sanz fue categórico al defender su integridad, afirmando que “nunca he sido partícipe de estas prácticas y así seguiré toda mi vida”. A pesar de la gravedad de la situación, el cantautor cerró su mensaje con un tono conciliador, deseando a Playa que encuentre su camino y felicidad. Esta controvertida situación plantea interrogantes sobre la naturaleza de la relación entre ambos y los verdaderos motivos detrás de estas fuertes acusaciones.
El caso ha generado un intenso debate público, dividiendo opiniones entre quienes apoyan a Ivet y quienes defienden la inocencia de Alejandro Sanz. Mientras Playa narra una historia de manipulación y vulnerabilidad, Sanz apunta a una posible represalia por una negativa de inversión. ¿Se trata de un verdadero caso de abuso de poder o de una disputa profesional que ha escalado a una acusación pública?
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