Redactor: Sam Torne
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue recibido con protestas durante su visita a Veracruz el domingo 22 de septiembre. Un grupo de trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) se manifestaba en contra de la reforma judicial promovida por el gobierno, la cual ha generado tensiones dentro del sector. En medio de los reclamos, se lanzó una botella de agua hacia el presidente, quien logró esquivarla sin sufrir ningún daño. Los manifestantes gritaban «¡Dictador!», mientras López Obrador ingresaba al Centro Cultural Leyes de Reforma para la ceremonia de inauguración.
El incidente, que fue grabado y difundido en redes sociales, refleja el creciente descontento entre los trabajadores del Poder Judicial, quienes temen que la reforma afecte su autonomía y condiciones laborales. En particular, la reforma incluye la elección popular de jueces a partir de 2025, lo que ha generado incertidumbre sobre la independencia judicial. Además, existe preocupación por la eliminación de algunos fideicomisos, lo que podría impactar las prestaciones de los empleados.
Reacciones por la polémica reforma
Este incidente se da en un momento de gran debate sobre la reforma al Poder Judicial, impulsada por el gobierno de López Obrador con el argumento de aumentar la transparencia y democratizar el acceso a la justicia. Sin embargo, los trabajadores del Poder Judicial consideran que esta medida compromete la independencia de la institución y podría llevar a un control excesivo por parte del Ejecutivo.
A pesar del altercado, el presidente continuó con su agenda en Veracruz sin más interrupciones. A nivel público, el incidente ha sido condenado por simpatizantes del presidente y algunos sectores de la sociedad, quienes criticaron la agresión física. No obstante, el líder sindical de los trabajadores del Poder Judicial aclaró que no todos los manifestantes presentes en la protesta participaron en el ataque.
La tensión creciente por la reforma judicial
La reforma judicial ha sido uno de los temas más polémicos de la administración de López Obrador. Aunque su objetivo es reducir la corrupción y mejorar el acceso a la justicia, sus críticos argumentan que podría poner en peligro la independencia del Poder Judicial. Los trabajadores también temen por posibles recortes salariales y la afectación a sus beneficios, lo que ha provocado varias manifestaciones en distintas partes del país.
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