José Luis Cuevas, el grabador, ilustrador, escultor y dibujante que se autorretrató por décadas, el hombre que se asumía como un gran seductor, siempre polémico y considerado l’enfant terrible, es recordado a 32 años de haberse inaugurado su museo, el 8 de julio de 1992, y de cumplirse el séptimo aniversario de su fallecimiento, el 3 de julio de 2017.
En el recinto se presenta la exposición José Luis Cuevas. Reflejos de un legado, integrada por distintas líneas curatoriales: Cuevas escultor, dibujante y grabador, además de otra exhibición que reúne obras de algunos de los amigos y amigas del artista.
Jorge Reynoso Pohlez, cocurador de la exposición, dice que el proyecto se hizo en colaboración con Manuel Alegría, la curadora Gabriela Eugenia López y el museógrafo del recinto.
El público es recibido por dos enormes esculturas que fueron colocadas a la entrada principal y que muestran la faceta de Cuevas como escultor, ya que además se despliega una exhibición de 34 esculturas de pequeño formato, cuya referencia es La giganta, la obra monumental del artista.
Reynoso comenta que los asistentes disfrutarán de una sección dedicada a la parte más conocida del trabajo operativo de Cuevas, su trabajo sobre papel con lápiz, pincel con plumilla y con buril, mostrando su maestría con esos medios.
Otra sección es la que está relacionada con los amigos de Cuevas, donde artistas visuales de distintas generaciones que mantuvieron una relación con él, como Gabriel Macotela, Jazzamoart, Dalia Monroy, Gustavo Monroy y Arnaldo Coen.
¿Cuáles son las aportaciones de Cuevas?
Él fue un artista que empezó a destacar a finales de la década de los 50 principalmente, trabajando sobre papel, teniendo una postura tanto en su obra como una pública, antagónica a la llamada Escuela mexicana de pintura, en una vertiente importante del arte mexicano, de la modernidad relacionada con un realismo de compromiso social en una época en que Cuevas empieza a despuntar como la voz principal.
Reynoso dice que el artista proponía alternativas y se asociaba a un grupo de creadores de su generación que conocemos actualmente como de La ruptura, en el que se encuentran artistas como Pedro Coronel, Manuel Felguérez, Arnaldo Coen y Francisco Toledo. “Cuevas fue un vocero, fue una persona muy activa en los medios, era controversial.
“Creó una figura, una especie de performance, usándose a sí mismo como personaje público que hablaba de su vida, de sus amores, de sus ideas sobre el arte, y en ese sentido fue muy popular y muy controversial”.
¿Por qué siempre decía que en su cama de latón (que por años se exhibió en su museo) había tenido infinidad de encuentros sexuales?
Es la leyenda que Cuevas se creó, porque además era un artista muy productivo, entonces dedicar tanto tiempo a esas relaciones románticas podría ser cuestionable. En ese sentido, digamos que esa presunción de su hipermasculinidad era propia de una época, ahorita se le vería con ojos bastante críticos, pero creo era parte de esta construcción mitográfica de su propia figura.
Su año de nacimiento
Algunas biografías ubican el natalicio de Cuevas en 1931 porque, según expertos, él lo aseguró tras publicar el manifiesto “La cortina del nopal” en contra de la Escuela Mexicana de Pintura y de David Alfaro Siqueiros, quien sostenía: “No hay más ruta que la nuestra”.
Reynoso dice que a Cuevas se le ocurrió decir que había nacido tres años antes para parecer aún más joven y enfrentar a este gran personaje de la historia del arte en México.
Sin embargo, en el Registro Civil está asentado que nació el 26 de febrero de 1931; fue registrado en el juzgado 4, en el libro 4, con el número de acta 494, por lo que se tendrían que corregir los datos biográficos que siguen reproduciendo el año de 1934 como el de su nacimiento.
Mayor apoyo
Uno de los temas importantes es la supervivencia de este espacio cultural, que en años recientes estuvo a punto de cerrar por falta de presupuesto para mantener el inmueble de más de 400 años de antigüedad, dice Salvador Vázquez Araujo, apoderado de la Fundación Maestro José Luis Cuevas Novelo A.C.
“El museo se conserva enterito, y lo mantenemos como Dios nos da a entender. Nosotros hemos sobrevivido a muchos sexenios, aunque la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador no ha apoyado a la cultura, todo el dinero se ha ido a las megaobras de Chapultepec y del Tren maya”.
Vázquez Araujo espera que con el cambio de gobierno, las nuevas autoridades culturales apoyen con mayores recursos al recinto.
FUENTE: MILENIO
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