Redacción: MaJo Gutiérrez
Ante las olas de calor y la canícula, el consumo de suero oral se ha popularizado como una solución rápida para la hidratación. Sin embargo, especialistas del ISSSTE y la Profeco advierten sobre los riesgos de beberlo diariamente si no hay una pérdida real de electrolitos. Aunque son vitales en casos de deshidratación severa, usarlos como agua de uso común puede acarrear serios problemas de salud, desequilibrando nuestro organismo en lugar de protegerlo.
Los sueros de rehidratación oral (SRO) son una mezcla precisa de sales, azúcares y agua, formulados por organismos como la OMS y Unicef para tratar la deshidratación causada por sudoración excesiva, diarrea o vómitos. El doctor Martín Enrique Márquez Córdova, epidemiólogo del ISSSTESON, enfatiza que este producto no debe consumirse como agua natural, sino que está indicado para situaciones específicas. Si bien pueden ser preventivos en personas con esfuerzo físico extremo o exposición a calor intenso, no deben usarse simplemente por la presencia de altas temperaturas si no hay una pérdida significativa de líquidos y electrolitos. Además, en personas con diabetes, su consumo debe ser vigilado por su contenido de glucosa.
El consumo indiscriminado de sueros, especialmente a diario, puede tener efectos negativos importantes. La Profeco y la Asociación Española de Pediatría señalan riesgos como náuseas, vómitos, sobrecarga salina, retención de líquidos y, a largo plazo, problemas más serios. El exceso de sodio, en particular, puede contribuir a la hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares y disfunción renal, además de una disminución de calcio en el organismo. La OMS recomienda un consumo máximo de 5 gramos de sal al día (equivalente a 2 gramos de sodio), una cantidad que se puede superar fácilmente con el uso frecuente de sueros.
Entonces, ¿cuál es la mejor opción para la hidratación diaria? El agua natural sigue siendo la bebida más recomendada y segura. Para reponer electrolitos de forma natural sin aditivos artificiales, existen excelentes alternativas como el agua de coco (rica en potasio y magnesio), jugos caseros de limón o naranja con un toque de sal y miel, o el consumo de frutas como plátano y dátiles, y vegetales de hojas verdes. En resumen, aunque el suero oral es un aliado invaluable en emergencias de deshidratación, su uso debe ser responsable y, preferiblemente, bajo indicación médica.
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