Observo, con gran sorpresa, que los únicos que han salido a manifestarse en contra de la famosa Reforma Judicial son los trabajadores del Poder Judicial de la Federación, apoyados por estudiantes de diversas universidades, sin embargo, me impresiona la pasividad de los poderes judiciales locales. En el caso del Poder Judicial de la Ciudad de México lo puedo llegar a entender pues su titular es uno de los principales lacayos (por decirlo de una manera decente) del Ejecutivo Federal; este personaje, con o sin reforma judicial, tiene garantizado un excelente puesto en cualquier dependencia, pues siempre ha puesto al poder judicial a las órdenes de su amo, pero a quien le va a tocar pagar los platos rotos es a aquellos jueces y magistrados que no estén dispuestos a someterse al tercer imperio mexicano.
Por lo tanto, este llamado es para todos aquellos jueces y juezas que no estén dispuestos a vender su integridad y sus valores en perjuicio del país y de la sociedad en general, por conservar una posición. Es importante que recuerden que la división de poderes es lo único que ha evitado que otros saqueadores vestidos de políticos, como los que tenemos ahora, hayan terminado con todos nuestros recursos ya que lo que busca la reforma judicial es concentrar absolutamente todos los poderes en uno solo. Recuerden que el poder judicial es el único que puede defendernos en estos momentos de un nuevo absolutismo, recuerden que pretenden justificar una reforma judicial, no basados en sus fallas, sino en las fallas de las Fiscalías y que en gran medida, en un afán de hacer justicia, los poderes judiciales han solapado, pues es de reconocerse que los poderes judiciales no son perfectos, pero la solución no es la que está planteando el emperador seguido por sus súbditos.
Debido al momento histórico en que nos encontramos, es importante que sepan que ya es tiempo de que los órganos jurisdiccionales dejen de subsanar las deficiencias de las Fiscalías, pues son estas resoluciones las que nos llevan a que el Poder Ejecutivo esté planteando una disparatada Reforma Judicial.
A través de sus resoluciones, son los jueces quienes deben evidenciar que el verdadero cáncer de la justicia mexicana está en las Fiscalías y no en los poderes judiciales, evidenciar que si hay una sentencia absolutoria es, o porque las Fiscalías fabrican delitos o porque no llevaron las pruebas suficientes, evidenciar que si una persona enfrenta su proceso en libertad es debido a que los Fiscales no cuentan con elementos suficientes para justificar que a una persona se le imponga una medida cautelar tan terrible como lo es la prisión preventiva.
Es momento de dejar atrás esas prácticas, pues en estos momentos tan graves para al poder judicial y para el país en general ¿en dónde están las fiscalías?, a pesar de que en gran parte de las ocasiones el poder judicial, en su afán de hacer justicia, las ayuda para que obtengan resoluciones favorables, ahora ellos están tranquilamente sabiendo que la Reforma Judicial lo único que hará es darles más poder y restarnos derechos a los gobernados.
Por último, hago este llamado a todos los trabajadores de los poderes judiciales locales para que despierten y hagan escuchar su voz, pues el Poder Judicial Federal no será el único afectado; quizá podrán decir que este poder jamás los ha apoyado, que incluso en momentos difíciles que han tenido jamás ha salido a ayudar; créanme, soy el primero en reconocer la arrogancia de los juzgadores federales, sin embargo, en este momento no se trata de ellos, se trata también de ustedes, pero además se trata de todo el país, lo poco que queda de la independencia judicial está en riesgo, sus trabajos están en riesgo, y por supuesto los derechos humanos de todos los que formamos parte de este país.
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