El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una condición crónica y degenerativa que afecta aproximadamente al 21-22% de las mujeres mexicanas, según la Jefatura de Ginecología Reproductiva del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”. Aunque el SOP no tiene cura, es controlable con medicamentos y cambios en el estilo de vida, brindando esperanza a quienes lo padecen.
El SOP es una enfermedad multifactorial que involucra una combinación de factores genéticos, alimenticios y de actividad física; la influencia genética es especialmente significativa, lo que contribuye a una prevalencia en México superior a la observada en otras partes del mundo. Los síntomas más comunes del SOP incluyen irregularidades en el ciclo menstrual, exceso de vello corporal en áreas como el pecho, la cara o el abdomen, y acné en la cara, el tórax o la espalda, conocido como hiperandrogenismo. Además, el SOP puede dificultar el embarazo.
Aunque el SOP es incurable, se puede manejar eficazmente con un tratamiento que incluye medicamentos para regular la menstruación y proteger el endometrio, así como medidas para controlar el colesterol, la glucosa y la insulina. Las recomendaciones para las pacientes incluyen mantener una actividad física regular, una alimentación equilibrada y en general, adoptar hábitos saludables. Para las mujeres con SOP que desean quedar embarazadas, se recomienda consultar a un especialista en ginecología, el control adecuado de la ovulación y el seguimiento durante el embarazo son cruciales para una gestión exitosa del síndrome.
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