Cultura

Con lengua de señas, los sordos disfrutan de los conciertos: quiénes lo hacen posible

Con lengua de señas, los sordos disfrutan de los conciertos: quiénes lo hacen posible
Con lengua de señas, los sordos disfrutan de los conciertos: quiénes lo hacen posible

Para muchos, la idea de que un sordo asista a un concierto puede no tener mucho sentido, aunque esto ya es cada vez más usual gracias a la implementación de equipos de intérpretes, así como de artefactos que ayudan a que los miembros de dicha comunidad vean y sientan la experiencia de una manera lo más cercana posible a como la viven los demás. 

Priscila Santillán tiene 31 años y es traductora de Lengua de Señas Mexicana (LSM), concretamente en el área de los conciertos, fungiendo como intérprete de canciones de todo tipo de artistas, desde los más pop, como Camila o Emmanuel, hasta bandas de rock como The Cure o Arcade Fire, e incluso actos electrónicos como Sofi Tukker. 

Pero como se trata de una labor relativamente nueva en nuestro país, también se enfrenta a distintos retos, relacionados en su mayoría con la necesidad de difundir y sensibilizar a la población sobre la pertinencia de esta actividad. 

La también física y astrofísica cuenta en entrevista con El Sol de México que es importante que los promotores de conciertos, los artistas y la propia comunidad sorda se involucren activamente en estas tareas. 

De hecho, fue la ciencia la que la llevó a considerar por primera vez en involucrarse profesionalmente en esta actividad: 

“También me dedico a la divulgación de la ciencia y fue ahí cuando me di cuenta de que una parte de la información no llegaba a las personas con esta discapacidad, por lo que comencé a aprender lengua de señas y a llevar todo lo que sé a las personas sordas”. 

Asegura que en aquel momento no pensaba en incursionar en la parte musical, porque creía que sólo se podían interpretar las letras de las canciones. 

“Después fui aprendiendo que también se podía interpretar la música, que con el cuerpo se podían traducir partes como la melodía, el ritmo y otros elementos de cada canción”. 

El tipo de traducción que Priscila lleva a cabo en estos entornos es visual, gestual y espacial, porque para comunicarse utilizan la mirada y distintos gestos, así como todo lo que está alrededor. 

“Podemos colocar objetos delante o atrás, mover las manos de diferentes maneras para interpretar los sonidos… Y el ritmo lo puedes comunicar con todo tu cuerpo, con el movimiento de los hombros, las manos o la cabeza, pero sin exagerar o sin llegar al baile, porque una cosa es bailar y otra interpretar”. 

Los sordos también pueden disfrutar de la música 

Priscila cuenta que la primera vez que entendió que era posible llevarle la música a la comunidad sorda fue cuando vio lo que hacía la banda británica Coldplay. 

“Yo creo que ellos fueron los que trajeron esta revolución, al involucrar la lengua de señas, y a partir de eso todos empezaron a voltearlos a ver, de hecho recientemente hicieron otro vídeo (“Feels Like I’m Falling in Love”) en el que también lo hacen. 

Además ubica como un parteaguas a Coda (2021), de Siân Héder; una película en la que una adolescente que es la única con capacidad auditiva dentro de una familia de sordos, descubre que tiene habilidades musicales y tiene que decidir entre seguir ayudando a su familia o perseguir su sueño. 

“Yo creo que todo comenzó ahí”, reflexiona. 

Ya que Priscila estaba convencida de llevar a los sordos la música, se encontró con una convocatoria de Fundación Ocesa, la cual era parte de un proyecto en el que además de intérpretes, habían chalecos con vibraciones. 

“De lo que se trata es de hacer que diferentes áreas de la espalda, el pecho y la cintura reciban diferentes vibraciones. De hecho, cuando te los pones sí percibes la música; es muy padre, porque sientes la batería o la voz… Creo que es algo que primero se implementó en los videojuegos y que luego se trasladó a este entorno”. 

Considera necesario sensibilizar a la población sobre la pertinencia de esta actividad, principalmente a promotores y artistas 

Otra de las limitantes a las que suele enfrentarse es la antelación con la que le hacen llegar el material que tiene que traducir, y esto se debe a que muchos artistas, o su equipo de trabajo no saben de la importancia de contar con un traductor de lengua de señas. 

La ubicación del traductor (Un llamado a los promotores y artistas) 

Después de que Priscila recibe la solicitud para interpretar a un artista, estudia sus canciones con anticipación y llegado el momento se coloca en el espacio que previamente le asignaron, y que puede cambiar en cada caso. 

“Por lo regular nos ponen en palcos, entonces se procura que el intérprete esté justo a un lado de lo que ven las personas. En algunas ocasiones sí podemos estar un poco lejos y tratamos de que los asistentes tengan una ubicación en la que tampoco pierdan de vista al artista, porque finalmente van a verlo a él… A veces sí nos ponen lejos del escenario y las personas sordas se enojan, porque es muy cansado para ellas estar volteando hacia el escenario y al mismo tiempo hacia el intérprete”. 

Pero aclara que esto cambia en cada caso. 

Una de las veces en que más me sorprendió fue cuando el Gobierno de San Luis hizo un festival que se llama San Luis en Primavera, y en el que súper cerca, por ejemplo de Emmanuel, quien incluso me abrazó, y lo hizo porque una de las personas de su equipo tiene una hija sorda, por lo que él entendió la importancia de otorgarnos un pedacito del escenario”. 

“Y por eso lucho en las redes sociales, para que los artistas vean que también las personas sordas tienen ese derecho y que en lugar de que estemos detrás de ellos, pidiéndoles su material, mejor ellos sepan que pueden tener sus propios intérpretes”, agrega. 

Otra de las razones por las que los intérpretes requieren del material de cada artista con anticipación, es que su labor implica en algunos casos una traducción no sólo literal, sino también de las metáforas que muchos artistas suelen manejar. 

Lucho bastante en las redes sociales para que los artistas vean que las personas sordas también tienen este derecho 

“Muchas personas toman las cosas muy literales, por lo que también tenemos que interpretar las metáforas. Hay artistas como Bunbury, que tienen muchísimas metáforas y que si escuchas sus canciones por primera vez posiblemente no las entiendas”. 

Además de los casos de Coldplay y Emmanuel, la intérprete destaca a Vivir Quintana, con quien ha tenido buenas experiencias, y a la española Rozalén, quien asegura que es precisamente una de las artistas que ya tiene su propia intérprete de base para cada presentación. 

En cuanto a los promotores, cuenta que también Apodaca Group dispuso una zona para intérpretes en la más reciente edición del Festival Pa’l Norte. 

El público también puede poner de su parte (un llamado a la comunidad sorda) 

Además de la sensibilización entre los actores de la industria musical, Priscila considera que es importante que los propios miembros de la comunidad sorda se involucren en estas actividades. 

“Ese también ha sido un proceso interesante, en el que poco a poco ellos se han ido acostumbrando, aunque me ha tocado que muchos aburren, precisamente porque no están acostumbrados a recibir la música de esta manera. Algunos se van animando poco a poco y algunos lo consiguen hasta la segunda ocasión en que lo intentan… Finalmente se trata de que todos entendamos que es un proceso y que ellos tienen el mismo derecho que el resto a disfrutar de la música”. 

Por otro lado, cuando los asistentes disfrutan al máximo la experiencia, viene quizá la mayor de las recompensas: 

“Cuando les gusta mucho, a veces hasta se acercan para pedirte el nombre de la canción… Es muy bonito, porque ves que le entendieron y que conectan con el tema o que buscan la letra de la canción para entender mejor… Y también es bonito ver cómo te alguna manera te aceptan en su comunidad o te felicitan por lo que haces o que te piden que les interpretes cierta canción”. 

“Me gusta mucho una frase del Movimiento de Personas con Discapacidad (Movimiento PCD) que dice ‘nada de nosotros sin nosotros’, que justo se relaciona con esto. Me gusta siempre saber la opinión de la comunidad, para saber si hay algo que mejorar o si voy por buen camino”. 

Los festivales: Un reto mayúsculo 

Si traducir las canciones de un solo artista ya es en sí misma una tarea compleja, interpretar las de varios músicos durante un mismo día es cosa mayor, sobre todo cuando hay exponentes que cantan en otro idioma, porque eso requiere primero de una traducción al español y luego la traducción a lengua de señas mexicana. 

Ella lo ha hecho en festivales como el Corona Capital, donde tradujo a The Cure, Arcade Fire, Two Door Cinema Club y Sylvan Esso; en el Vive Latino, donde interpretó los temas de La Pegatina y Kings of Leon y en el festivalc EDC, donde trabajó para Charlotte Fheler, Don Diablo, Fito Silva y Sofi Tukker. 

Pero una de las citas más grandes a las que se ha enfrentado fue precisamente la de San Luis en Primavera, donde tradujo a una veintena de artistas, desde Fernando de la Mora hasta la Banda Bastón, pasando por Il Divo, Therion, Sonora Dinamita, Ely Guerra y Beny Ibarra, entre muchos otros. 

“Somos un equipo grande, de hecho se recomienda que sean al menos dos intérpretes para un artista, cada quien traduce más o menos una hora y nos vamos intercalando, porque es algo que significa un desgaste mental… Siempre somos por lo menos dos intérpretes, nunca me ha tocado un concierto completo yo sola”, aclara. 

No llegamos a todos los sordos 

La intérprete cuenta que hay muchos conciertos que los sordos no atienden porque sencillamente no se enteran de que se ofrece esta opción. 

“Justo me pasó en San Luis, que casi no llegaron sordos porque no conocían a Lila Downs, creo que fueron como tres nada más… Mientras que cuando se trata de otros eventos pueden llegan a ser hasta 30 o 40 personas”. 

Finalmente, destaca que el factor socioeconómico también juega un papel importante, ya que las personas más desfavorecidas no tienen el mismo acceso a la lengua de señas. 

“Muchos de ellos sólo se comunican en su entorno con una especie de mímica, que es como una lengua de señas pero muy básica, y eso hace que no todos los sordos tengan acceso a la lengua de señas. 

Y retomando el tema de los promotores, les pide que a la comunidad sorda se le asigne un lugar privilegiado, pero que no se le cobre como un acceso carísimo porque es evidente que no se encuentran en igualdad de condiciones. 

Es así como Priscila y otros intérpretes de lengua de señas dedican sus esfuerzos a que cada vez sea más normal ver a personas sordas disfrutando de los conciertos, y para que al mismo tiempo sea cada vez más común ver a intérpretes en esos entornos. 

FUENTE: EL SOL DE MÉXICO  

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