Durante el debate del pasado domingo, la candidata de Morena a la jefatura de Gobierno, Clara Brugada, fue objeto de señalamientos por parte del candidato panista Santiago Taboada, quien la acusó de haber adquirido un inmueble por un valor inusualmente bajo de solo 339 pesos. En un giro sorprendente, Brugada ha reconocido la veracidad parcial de estas acusaciones.
Según Brugada, en su primera declaración patrimonial solo incluyó el costo de la escrituración de la propiedad, omitiendo el costo real de la misma. “Fue un error”, admitió Brugada en una declaración reciente. No obstante, afirmó que corrigió esta omisión en declaraciones posteriores sobre su patrimonio, desestimando así cualquier sospecha de irregularidad financiera.
Este incidente ha agregado un matiz controvertido a la campaña electoral de Brugada, siendo utilizado por sus oponentes para cuestionar su integridad y transparencia en asuntos financieros. El manejo preciso y completo de las declaraciones patrimoniales es fundamental para generar confianza y credibilidad entre la ciudadanía, especialmente en el contexto político actual.
La admisión de este error por parte de Brugada subraya la importancia de la transparencia y la exactitud en la presentación de información financiera por parte de los funcionarios públicos y los candidatos políticos. Es probable que esta revelación continúe siendo tema de discusión y escrutinio en el panorama político de cara a las próximas elecciones.
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