Ciudad de México, 8 de febrero de 2024 – En un giro sorpresivo y controvertido, José Ángel Casarrubias Salgado, alias “El Mochomo”, vinculado al caso Ayotzinapa, fue liberado del Centro Federal de Readaptación Social Número 1 “Altiplano”. Su absolución del delito de delincuencia organizada por un juez federal en octubre pasado ha desatado una ola de reacciones.
Casarrubias, hermano del líder de “Guerreros Unidos”, fue señalado por su presunta participación en el secuestro de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. La Fiscalía General de la República (FGR), al impugnar la decisión del juez, enfrentó la notificación de la imposibilidad de notificar a “El Mochomo” debido a su previa liberación.
La noticia ha reavivado el interés y la preocupación por el caso Ayotzinapa, que sigue sin resolverse completamente a casi una década de la desaparición de los estudiantes. La liberación de Casarrubias pone en tela de juicio los procesos judiciales y la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias.
La FGR había vinculado a “El Mochomo” con el caso tras interceptar una llamada que lo implicaba en el ataque a los estudiantes en 2014. Sin embargo, un Tribunal Colegiado le negó el amparo contra el auto de formal prisión en su contra el año pasado, dentro de la causa penal 5/2020.
Este acontecimiento suscita preguntas críticas sobre la efectividad del sistema judicial mexicano en el manejo de casos de alto perfil y la lucha contra la impunidad en crímenes que han sacudido a la nación. La sociedad y los defensores de los derechos humanos observan de cerca, esperando respuestas y acciones concretas que aseguren justicia y verdad en el emblemático caso Ayotzinapa.
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