Cultura

En tiempos de navidad

Redacción Sofía Daniela Chávez Arteaga ANCOP

En México hay ciertas cosas que nunca van a cambiar, y en épocas navideñas no podemos olvidar las famosas posadas, seguramente has asistido a una o varias, pero ¿sabes con exactitud en qué consisten o el motivo? Aquí te platicamos todo sobre las posadas.  

Las posadas son una celebración que se lleva a cabo del 16 al 24 de diciembre, primeramente, eran de carácter totalmente religioso, representaban el peregrinar de José y María hasta Belén previo al nacimiento de Jesús, sin embargo, en México antes de la conquista de los españoles se tenía una celebración previa al solsticio de invierno, celebrando la llegada de Huitzilopochtli también, pero, cuando los españoles conquistaron, se fusionaron ambas celebraciones.  

Pero una posada no es solo partir una piñata y cantar una letania; las posadas de verdad constan de una serie de rezos católicos, para luego cargar un nacimiento y dar un breve recorrido para posteriormente “pedir posada” donde cierto número de personas se quedan dentro de una casa y los demás desde afuera cantan una canción, simulando ser María y José en busca de un lugar donde naciera Jesús, como siguiente paso, al lograr entrar a la casa, se entregan los “aguinaldos” que, ahora, se caracterizan por ser bolsas con dulces, cacahuates y fruta, hecho esto, sigue la piñata, pero ¿qué tiene de especial la piñata?  

Las piñatas de las posadas se caracterizan por ser muy coloridas, y deberían tener siete picos, que representan los siete pecados capitales, y que al quebrarlas se están rompiendo con estos siete pecados que son: la soberbia, la lujuría, la avaricia, la ira, la envidia y la pereza.  

El acto de las posadas va de la mano con la convivencia familiar, el ponche, la fruta, pero también el último día de las posadas que es el 24 de diciembre, en el nacimiento se debe colocar al Niño Dios, y este acto se realiza entre las 11 y 12 de la noche, como víspera de su nacimiento pues recordemos que este es el motivo principal de la navidad, pero es importante arrullar al Niño Dios, pues acaba de nacer. En muchas familias mexicanas –católicas sobre todo– esta tradición no puede faltar, esto seguido de una oración agradeciendo su nacimiento.  

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