La delincuencia juvenil siempre es dolorosa para cualquier país, y el reto es lograr que estos infractores reencaucen sus vidas y puedan obtener la posibilidad de un futuro productivo para la sociedad.
Lo primero, es delimitar criterios y sistematizar procedimientos en la justicia penal para proteger de forma efectiva sus derechos fundamentales y elevar la calidad de las sentencias.
Así fue señalado en la presentación del Manual de Justicia Penal para Adolescentes -elaborado por la Dirección General de Derechos Humanos de la Corte y la Escuela Federal de Formación Judicial-, organizado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se aseguró que lo novedoso de este estudio es impulsar un enfoque especializado, basado en la socio-educación de los menores infractores.
Asimismo, es fundamental que se propicie la generación e institucionalización de buenas prácticas en todo el territorio nacional, a decir de Sofía Cobo, integrante del Grupo de Estudios Iberoamericano sobre Justicia Juvenil, mientras que la Magistrada Presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro, Mariela Ponce Villa, hizo énfasis en que el objetivo del sistema “es rescatarlos de su problemática, pero no arruinarles su vida, por eso el enfoque especializado implica una finalidad socioeducativa de los adolescentes”.
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