Redacción: Hena M. Andrés Cuevas
El primer informe de Clara Brugada en la Ciudad de México estuvo marcado por la tensión política: los legisladores del PAN abandonaron el recinto tras su mención del “Cártel Inmobiliario”.
El primer informe de gobierno de Clara Brugada como jefa de Gobierno de la Ciudad de México estuvo marcado por un ambiente de tensión y confrontación política. Durante su discurso ante el Congreso capitalino, Brugada hizo referencia al llamado “Cártel Inmobiliario”, lo que provocó la inmediata reacción de los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), quienes decidieron abandonar el recinto como señal de protesta.
El evento, que tenía como objetivo presentar los avances del primer año de la administración de Brugada, terminó evidenciando la fractura entre Morena y la oposición. La mandataria capitalina destacó su compromiso con la transparencia y la lucha contra la corrupción inmobiliaria, enfatizando la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo urbano que priorice el derecho a la vivienda. “No más cárteles inmobiliarios en la Ciudad de México”, afirmó con determinación ante los legisladores presentes.
Uno de los temas más delicados durante su intervención fue la vivienda. Brugada explicó que su administración busca combatir la gentrificación y evitar el desplazamiento de los habitantes en zonas con alta presión inmobiliaria. Anunció la implementación de una Ventanilla Única de Coordinación y Movilidad, diseñada para transparentar los trámites de construcción y reducir espacios de corrupción, así como la propuesta de un cabildo metropolitano que coordine políticas de vivienda, transporte y medio ambiente entre distintos niveles de gobierno.
Las declaraciones sobre el “Cártel Inmobiliario” provocaron la molestia inmediata del PAN. La dirigencia local, encabezada por Luisa Gutiérrez Ureña, calificó el discurso de Brugada como un acto de “intolerancia y descalificación” y defendió la decisión de los diputados de retirarse del salón de sesiones. “Durante todo este tiempo, lo único que parecía escucharse era una lista de autocomplacencias. Una lista de mentiras, una lista de acciones que las y los capitalinos no hemos notado”, declaró Gutiérrez Ureña tras el incidente, denunciando lo que consideró un “ejercicio de confrontación” más que un informe de rendición de cuentas.
Desde Morena, las reacciones fueron inmediatas: los legisladores defendieron las palabras de Brugada, asegurando que reflejan un compromiso real con la transparencia y la rendición de cuentas. Sin embargo, la confrontación puso de manifiesto la creciente polarización política en la capital, con gritos y chiflidos entre las bancadas, lo que convirtió al informe en un escenario de tensión y debate político más que en un balance administrativo.
El primer informe de Clara Brugada, celebrado en un contexto de alta expectación, deja claro que los próximos meses estarán marcados por la confrontación y la disputa política de cara a la contienda de 2027. Mientras la mandataria busca proyectar continuidad y transformación en su gobierno, la oposición aprovecha cada espacio para denunciar lo que considera un uso partidista del poder, mostrando que la política capitalina sigue siendo un terreno altamente polarizado.
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