Redacción: Amairany Ramírez
Parecía un sueño inalcanzable para millones de fans, pero la noche del viernes 12 de septiembre de 2025, la banda británica Oasis hizo historia en la Ciudad de México. Liam y Noel Gallagher dejaron de lado sus famosas diferencias y protagonizaron un momento que quedará grabado para siempre: salieron al escenario tomados de la mano, ante el rugido ensordecedor de 65 mil personas en el Estadio GNP Seguros. Este gesto marcó el esperado regreso de la banda después de más de una década de ausencia.
El reencuentro de los hermanos Gallagher, parte de su gira Live 25, cobró una dimensión aún más emotiva al recordar una peculiar promesa de Liam Gallagher de hace dos años: “Si el Manchester City gana la Champions League voy a llamar a mi hermano y reunir a la maldita banda”. El equipo cumplió, y lo que parecía una simple broma, se convirtió en una asombrosa realidad que sorprendió al mundo.
La fiebre de Oasis en tierras mexicanas El fenómeno Oasis Live 25 comenzó a gestarse desde el año pasado con indicios de un retorno que muchos consideraban imposible. La confirmación de México entre las ciudades elegidas para atestiguar este hecho desató una euforia colectiva entre fanáticos de antaño, nuevos seguidores y melómanos en general. Semanas antes del concierto, la relevancia del evento se hizo evidente: una tienda de mercancía oficial fue montada en Plaza Carso y los sitios web de viaje confirmaron un incremento en búsquedas de hospedaje en la capital, especialmente por parte de extranjeros colombianos, estadounidenses y británicos.
La devoción llegó al punto de que fans realizaron rituales de características prehispánicas para rogar al Dios de la Lluvia Tláloc por su clemencia, buscando un cielo despejado durante las noches de concierto. Un bar temático de la banda, replicando el famoso de Manchester, se trasladó a la capital mexicana para una pre-fiesta en la colonia Roma, donde los fans más acérrimos entonaron los himnos de Oasis, calentando motores para la gran noche. Además, la noche anterior, un ejército de cientos de drones formó el logo de Oasis en el cielo de Chapultepec, anunciando que el momento tan esperado estaba por ocurrir.
La presentación duró dos horas, pero para aquellos que lo atestiguaron, seguramente les durará para toda la vida. El cierre fue conmovedor cuando sonó “Wonderwall”, un himno intergeneracional que unió a asistentes de todos los rincones y a quienes seguían transmisiones en vivo. Sin embargo, “Champagne Supernova” fue la canción con la que Oasis se despidió de su primera noche en México. Los momentos más altos de la noche también incluyeron clásicos como “Don’t Look Back in Anger” y “The Masterplan”.
Este histórico reencuentro de Oasis en México no solo trajo de vuelta su música, sino también la imagen imborrable de los hermanos Gallagher, Liam y Noel, compartiendo el escenario y tomados de la mano, ante 65 mil testigos que celebraron que, a veces, las diferencias siempre se pueden arreglar con el poder del rock and roll, curando el corazón de millones de personas alrededor del mundo. Fue un “milagro” que muchos habían descartado como imposible.



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