Cultura

Regalos de color: La historia detrás de las flores amarillas en septiembre

Regalos de color: La historia detrás de las flores amarillas en septiembre

Cada 21 de septiembre, la entrega de flores amarillas se convierte en un ritual de celebración que marca el inicio del otoño en el hemisferio norte y la primavera en el sur. Aunque puede parecer una costumbre antigua, esta tradición ha cobrado fuerza en las últimas dos décadas, impulsada por la cultura pop y el auge de las redes sociales.

El origen de regalar flores amarillas se remonta a la exitosa serie argentina “Floricienta”, que se emitió a principios de los años 2000. En la historia, la protagonista, Flor, anhelaba recibir flores de este color, un deseo que resonó profundamente entre los jóvenes. La conexión emocional que esta serie logró establecer llevó a que el gesto se convirtiera en un símbolo de amor y amistad. Así, regalar flores amarillas se volvió una forma de expresar sentimientos genuinos y afectuosos.

La elección de flores amarillas no es casual. En muchas culturas, este color representa alegría, luz y vitalidad, convirtiéndose en un símbolo adecuado para dar la bienvenida a una nueva estación. Además, la fecha coincide con el Día Internacional de la Paz, lo que refuerza el mensaje de esperanza y renovación asociado con el intercambio de estas flores. Este acto simbólico no solo celebra el cambio de temporada, sino que también invita a la reflexión sobre el valor de las relaciones interpersonales.

La tendencia ha ganado visibilidad en la era digital, especialmente en plataformas como TikTok. Aquí, los usuarios comparten frases sobre el significado de las flores amarillas y su conexión emocional. Este fenómeno ha trascendido fronteras, llegando a países como México, Perú y Ecuador, donde el gesto ha evolucionado hasta consolidarse como un símbolo de cariño y aprecio entre amigos, familiares y parejas.

A medida que se aproxima el 21 de septiembre, las floristerías se preparan para satisfacer la creciente demanda de estas flores vibrantes. Girasoles, rosas y tulipanes amarillos son algunas de las opciones más populares, cada uno con su propio significado, que refuerza el mensaje de amistad y alegría. La variedad de flores disponibles permite personalizar el gesto, haciendo que cada entrega sea única y especial.

Regalar flores amarillas se ha transformado en un acto significativo que celebra el cambio y la renovación. Este sencillo gesto invita a las personas a recordar que siempre hay motivos para celebrar y mantener una actitud positiva ante la vida. Así, cada 21 de septiembre, el acto de obsequiar flores amarillas se convierte en un recordatorio de que el optimismo y el cariño pueden florecer en cualquier estación.

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