El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se refirió recientemente a la desaparición del Partido de la Revolución Democrática (PRD), partido que ayudó a fundar en 1989. La decisión fue tomada por el Instituto Nacional Electoral (INE), luego de que el PRD no lograra obtener el 3% mínimo de los votos en las elecciones federales de 2024, lo que resultó en la pérdida de su registro nacional.
López Obrador expresó que, aunque no celebra la desaparición del partido, siente un profundo cariño por el PRD y destacó su rol en el avance de la democracia mexicana. Recordó que bajo su liderazgo, el PRD rompió el bipartidismo de los partidos PRI y PAN, lo que permitió el surgimiento de una nueva alternativa política para los ciudadanos. Durante los años 90, el PRD se consolidó como la segunda fuerza política en México, desplazando al PAN y desafiando el dominio histórico del PRI.
Lecciones para los partidos políticos
A pesar de su afecto por el PRD, AMLO mencionó que la pérdida de registro del partido debería servir como una lección para otros partidos políticos, incluyendo a Morena, el partido que él fundó en 2014. Hizo hincapié en que la conexión con el pueblo es clave para cualquier partido político, y que el desprecio o la desconexión con la ciudadanía puede llevar al mismo destino que el PRD.
Según López Obrador, el principal error del PRD fue su alejamiento de los ideales que alguna vez lo definieron. Con el tiempo, los ciudadanos dejaron de sentir que el partido representaba sus intereses, lo que provocó la caída en su popularidad. Para AMLO, este es un recordatorio para todos los partidos de que, sin el apoyo y la confianza del pueblo, su relevancia política está destinada a desaparecer.
El legado del PRD
El PRD fue uno de los partidos más importantes en la historia reciente de México, marcando hitos como la elección de AMLO como jefe de Gobierno del Distrito Federal en 2000 y su candidatura presidencial en dos ocasiones. Sin embargo, el partido fue perdiendo fuerza a lo largo de los años, especialmente tras la salida de figuras clave como López Obrador, quien formó Morena como una nueva opción para la izquierda política.
A pesar de su desaparición a nivel nacional, el PRD podría seguir operando como partido local en algunos estados donde superó el umbral del 3% de votación. No obstante, su influencia en la política nacional ha disminuido drásticamente, marcando el final de una era para la izquierda política en México.
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