José Manuel Rueda Smithers La columna del día

Cambio hacia el rencor y nueva política

Durante unas horas, el Canal del Congreso le arrebató su lugar   

a la Casa de los Famosos con un reality en el que se exhibieron, uno a uno, 

los más bajos rasgos de la condición humana… 

La Cloaca, de Jorge Volpi en Reforma 14/sept/24 

 El tema que sin lugar a dudas caminará por años en las redes sociales, en medios tradicionales y en la gente pensante de México, es el tremendo escándalo logrado en torno de la aprobación de la reforma al Poder Judicial de la Federación impuesta (aunque el sr. López define como propuesta), al Poder Legislativo para borrar del mapa la división de poderes que se vivía en México para equilibrar en algo el manejo de la vida nacional. 

 Hay quienes prefieren el anonimato en la muy sana percepción de que “los que ahora mandan, pudieran cerrar espacios de trabajo para la gente pensante y que pueden aportar ideas sanas y mejores formas de gobernar”. 

 Con 23 votos a favor de congresos locales, y con la ausencia de la oposición, en las Cámaras de Senadores y de Diputados, vía fast track, declararon aprobado el decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política en materia de reforma del poder judicial. 

 La Cultura Impar considera necesario darles espacio para desahogar mucho de ese sentimiento, bueno y malo, según el momento en que se lea. 

 Entre lo aprobado se destaca que las ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistradas y magistrados de la Sala Superior y las salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), magistradas y magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, magistradas y magistrados de Circuito y juezas y jueces de Distrito, serán elegidos de manera libre, directa y secreta por la ciudadanía el día que se realicen las elecciones federales ordinarias del año que corresponda. 

 “Los medios extranjeros muestran preocupación por la aprobación de la reforma judicial, los votantes en junio votaron para que esto pasara pero algunos no la vieron venir y en mi opinión porque fueron engañados”. Roy Campos en NMas, ForoTV, TELEVISA. 

 La reciente reforma aprobada de manera atropellada, retrata al presidente de cuerpo entero: al diablo las instituciones, el pueblo soy yo y mi voluntad es instrucción para mis secuaces. 

 No importa que los caprichos del emperador tengan al país sumido en la peor crisis de inseguridad de la que se tiene registro, tampoco, que la economía viva al borde de la crisis o que la pobreza haya incrementado de manera sustancial en los seis años pasados.  

 Para la 4T lo importante es cumplir con el mesías para que pueda irse a su sede extendida del poder con tranquilidad. Sí, se trata de que se vaya a la chingada y al país que se lo lleve la misma”. 

 Los argumentos sobre la urgencia artificial de una reforma al sistema judicial se basan en  dos vertientes: existencia de privilegios desmedidos y redes de corrupción rampante que no permiten el avance de la justicia.  

Lo singular, es que los mismos vicios que acusan en el poder judicial, son los que distinguen y caracterizan al gobierno que encabezan. De fondo, se trata de que los vicios sigan, pero que los viciosos dejen de ser los otros, esos que no idolatran al rey y ahora; los fanáticos se disfracen como jueces de consigna y le alaben y festejen, desde el poder de la ley -su ley-, y no de la justicia. 

 No, no son tiempos de cambio, son tiempos de empoderar el rencor con esa sed que solo se sacia, cuando se sustituye a la justicia con la venganza. 

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