En su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la reciente reforma constitucional al Poder Judicial, afirmando que el proceso cumplió con todos los requisitos legales establecidos por la Constitución; según López Obrador, las objeciones contra la reforma carecen de fundamento, ya que se aprobó con mayoría calificada en ambas Cámaras y el respaldo de 17 congresos locales.
El presidente invitó a constitucionalistas y al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM a revisar el procedimiento, confirmando que se respetó el “artículo 135” de la Constitución, que regula los cambios constitucionales. López Obrador también respondió a las críticas del expresidente Ernesto Zedillo, quien sugirió que México se encamina hacia una dictadura. El presidente descalificó estas afirmaciones y recordó aspectos negativos del gobierno de Zedillo, “FOBAPROA” y la privatización de trenes.
Además, el mandatario criticó la gestión del Poder Judicial bajo la presidencia de Norma Piña, acusando a jueces y magistrados de corrupción y complicidad, citó decisiones judiciales cuestionables, como la negativa a emitir órdenes de aprehensión en casos importantes y la obstrucción en la distribución de libros de texto.
López Obrador descartó que los amparos contra la reforma sean aceptados por la Suprema Corte, argumentando que los jueces no tienen la autoridad para bloquear el proceso de reforma. Con esta postura, reafirma su compromiso con la reforma judicial a pesar de las críticas y desafíos legales
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