En una victoria decisiva, Clara Brugada ha asegurado el puesto de la nueva jefa ejecutiva de la Ciudad de México, obteniendo un impresionante 50,9 % de los votos según el conteo rápido realizado por el Instituto Nacional Electoral (INE). Brugada, respaldada por el partido gobernante Morena, superó a su rival político Santiago Taboada, quien representaba la coalición de PAN, PRI y PRD, por un margen sustancial de aproximadamente 12 puntos.
Con más de tres décadas dedicadas al servicio público, Brugada ha trabajado incansablemente por el mejoramiento de la ciudad, enfocándose particularmente en los barrios empobrecidos. Formada como economista, ha sido una figura prominente en movimientos feministas, activismo y defensa de los menos privilegiados. Su trayectoria comenzó a nivel comunitario, liderando su bloque y posteriormente desempeñándose como alcaldesa de Iztapalapa y senadora suplente.
La nominación de Brugada como candidata oficial recibió un fuerte respaldo del núcleo de Morena, reconociendo su experiencia en organizaciones maoístas y su historial en activismo social. A pesar de enfrentar desafíos internos y soportar una campaña agotadora, su victoria representa un hito en la política mexicana, consolidando la dominancia de Morena en la capital tras el triunfo presidencial de Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, el camino de Brugada hacia la jefatura ejecutiva ha estado lleno de obstáculos y críticas a lo largo de su carrera. Su historia personal, marcada por un compromiso político temprano y una dedicación inquebrantable a su causa, la ha convertido en una figura emblemática de la izquierda mexicana y una voz significativa en la defensa de los derechos de las mujeres y las comunidades marginadas.
Al asumir ahora el cargo de jefa ejecutiva de la Ciudad de México, Clara Brugada enfrenta nuevos desafíos y responsabilidades. Su objetivo es gobernar de manera inclusiva, atendiendo a todos los segmentos de la sociedad, incluyendo a las clases media y alta. Con un enfoque en temas críticos como la seguridad y la gestión del agua, Brugada vislumbra una ciudad más equitativa y unida, despidiéndose de su querido hogar en San Miguel Teotongo para embarcarse en este nuevo capítulo como líder de la ciudad.
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