En el escenario de las elecciones por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, las preferencias electorales han experimentado cambios mínimos y se mueven con cautela. A dos semanas de iniciadas las campañas el 1 de marzo, Clara Brugada, candidata de Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, mantiene un sólido 55 % de las preferencias efectivas, manteniendo una ventaja de 15 puntos sobre su rival más cercano, Santiago Taboada, candidato de la alianza PAN, PRI y PRD, quien cuenta con el 40 %. En contraste, Salomón Chertorivski, de Movimiento Ciudadano, se ubica en el fondo de las preferencias con el 5 %, según la más reciente encuesta realizada por Enkoll y W Radio. La encuesta se basó en 814 entrevistas a adultos de la Ciudad de México, tanto telefónicas como presenciales, llevadas a cabo entre el 17 y el 18 de marzo.
El primer debate entre los tres candidatos, celebrado el pasado domingo, no logró mover significativamente las intenciones de voto de los ciudadanos. En febrero, la encuesta otorgaba a Brugada una ventaja de 16 puntos sobre Taboada en las preferencias efectivas. Sin embargo, un mes después, la abanderada oficialista descendió un punto, situándose en el 55 %, mientras que Taboada se mantuvo en un 40 %. La preferencia efectiva considera exclusivamente a los ciudadanos que mencionaron alguna de las tres opciones que aparecerán en la boleta el próximo 2 de junio. Heidi Osuna, directora de Enkoll, señaló que esta inclinación al voto se mantendrá estable hasta el día de la jornada electoral, especialmente entre quienes apoyan a los candidatos principales. De hecho, tres de cada cuatro encuestados afirmaron estar seguros de su voto según lo declararon en la encuesta, mientras que el resto mencionó la posibilidad de cambiar su sufragio.
Al considerar la preferencia bruta, que incluye a los indecisos y a quienes no respondieron, Brugada lidera con el 50 %, seguida por Taboada con el 36 % y Chertorivski con el 5 %; los indecisos representan el 9 %. Estas cifras muestran que, a estas alturas del proceso electoral, el voto de los indecisos no tendrá un impacto significativo, pues su número se redujo del 13 % al 9 % entre febrero y marzo, reflejando el incremento de la intensidad de las campañas y la proximidad de la elección.
Osuna explicó que la preferencia bruta cobra relevancia en elecciones con un alto porcentaje de indecisos, situación que no se observa en la actual contienda de la Ciudad de México. También destacó que el rechazo a Chertorivski ha aumentado, pasando del 29 % al 36 %, mientras que el rechazo a Brugada disminuyó ligeramente del 19 % al 18 %, y el de Taboada aumentó de 27 % a 28 %. Este incremento en el rechazo a Chertorivski podría estar relacionado no tanto con su campaña o trayectoria, sino con la definición de los indecisos y el voto útil en torno a las opciones principales.
En cuanto a las preocupaciones de los capitalinos, la inseguridad continúa siendo el problema más urgente, mencionado por el 58 % de los encuestados, seguido por la falta de agua potable (11 %), la corrupción (8 %), la economía y falta de empleos (4 %), y el “mal gobierno” (4 %). A pesar de la oportunidad que brindó el debate del domingo para presentar soluciones a estos problemas, predominaron los ataques y acusaciones entre Brugada y Taboada, limitando el espacio para propuestas concretas.
Osuna concluyó que las preferencias hacia Brugada y Taboada se han mantenido estables debido a la polarización política en la Ciudad de México entre quienes apoyan y critican a Andrés Manuel López Obrador. Aunque la gestión de López Obrador experimentó una ligera caída en aprobación de febrero a marzo, esta elección refleja la división entre los distintos grupos de votantes y la importancia del voto estratégico en una contienda marcada por la competencia entre fuerzas políticas establecidas.
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