El presidente Nayib Bukele se perfila como el gran vencedor de las elecciones presidenciales de este domingo en El Salvador, a pesar de las críticas por su estilo autoritario y la violación de la Constitución al buscar un segundo mandato consecutivo.
Las encuestas lo ubican con un apoyo abrumador, cercano al 80 por ciento, mientras que sus cinco contrincantes de la oposición no logran sumar un 20 por ciento de las preferencias.
El principal argumento a favor de Bukele es la drástica reducción de la violencia gracias al estado de excepción impuesto en marzo de 2022, que ha permitido la captura de 75.000 personas, aunque con la suspensión de derechos civiles.
Sin embargo, Bukele ha sido acusado de concentrar el poder, cooptar las instituciones y utilizar la propaganda para fortalecer su imagen.
Los cambios en la composición de la Asamblea Legislativa y la implementación del voto electrónico para los salvadoreños en el exterior también son vistos como estrategias para favorecer su reelección.
Más de 140.000 salvadoreños en el extranjero ya han emitido su voto, lo que representa un aumento significativo en comparación con las elecciones anteriores.
Los candidatos opositores, pertenecientes a los partidos ARENA y FMLN, no han logrado conectar con el electorado y se encuentran relegados a un segundo plano.
Las elecciones de este domingo se perfilan como un plebiscito sobre la figura de Bukele, quien ha dividido al país entre sus fervientes seguidores y quienes temen un regreso al autoritarismo.
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