En un escenario donde el Alzheimer se presenta como una creciente amenaza para la salud global, un nuevo estudio ha arrojado luz sobre una posible conexión entre la acumulación de grasa visceral y el riesgo de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa.
A pesar de que la obesidad siempre ha estado asociada con un mayor riesgo de enfermedades, incluido el Alzheimer, el estudio revela que no es solo el peso corporal lo que importa, sino también la distribución de la grasa en el cuerpo.
La grasa visceral, que se acumula alrededor de los órganos internos en el abdomen, se ha relacionado con cambios cerebrales que pueden ocurrir hasta 15 años antes de que se manifiesten los síntomas del Alzheimer.
El Dr. Facundo Manes, neurocientífico y fundador del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), destaca la gravedad de la situación, con una persona diagnosticada con Alzheimer cada tres segundos en el mundo y una proyección de más de 115 millones de afectados para 2050.
El Alzheimer, la causa más común de demencia, se caracteriza por un deterioro cognitivo que incluye la pérdida de memoria, alteraciones en el lenguaje y la orientación, y dificultades en la resolución de problemas. La enfermedad se relaciona con la acumulación de proteínas beta-amiloide y Tau en el cerebro.
Para identificar mejor los riesgos de Alzheimer, los investigadores evaluaron la relación entre la grasa visceral abdominal y los cambios cerebrales utilizando resonancias magnéticas y tomografías por emisión de positrones (PET).
Los resultados sugieren que las personas con mayores cantidades de grasa visceral pueden tener un mayor riesgo de acumulación de amiloide en el cerebro, un marcador de la enfermedad de Alzheimer.
El Dr. Cyrus A. Raji, autor del estudio, señala que esta investigación podría llevar a un diagnóstico e intervención más tempranos, con la grasa visceral como posible objetivo de tratamiento para reducir el riesgo de inflamación cerebral y demencia.
Aunque se necesita una resonancia magnética abdominal para confirmar la presencia de grasa visceral, Raji menciona que algunos signos incluyen una cintura más grande que las caderas y niveles elevados de azúcar en sangre.
Si bien el ejercicio, especialmente el aeróbico, se presenta como la mejor manera de reducir la grasa visceral, aún queda por determinar si eliminar esta grasa puede revertir su impacto en el cerebro.
El estudio destaca la importancia de comprender la relación entre la grasa abdominal y el Alzheimer y promete abrir nuevas puertas en la prevención de esta enfermedad devastadora.
Ideas destacadas:
- La grasa visceral podría aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer, incluso en personas con un peso saludable.
- La acumulación de grasa alrededor de los órganos internos se relaciona con cambios cerebrales hasta 15 años antes de los síntomas del Alzheimer.
- La obesidad está vinculada con la inflamación, la resistencia a la insulina y la proteína beta-amiloide en el cerebro, factores de riesgo para el Alzheimer.
- La enfermedad de Alzheimer afecta a millones de personas en todo el mundo y su incidencia sigue aumentando.
- Identificar y reducir la grasa visceral podría ser una estrategia clave para prevenir el Alzheimer.
- El ejercicio, especialmente el aeróbico, se destaca como una forma efectiva de reducir la grasa visceral y potencialmente reducir el riesgo de la enfermedad.
- Se necesita más investigación para comprender completamente la relación entre la grasa abdominal y el Alzheimer y su posible reversión.
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