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Desfile de muertos en la Ciudad

Redacción Marlone **

En una vistosa celebración que atrajo a aproximadamente un millón 250 mil capitalinos y turistas, la Ciudad de México se llenó de vida y cultura en su Gran Desfile de Día de Muertos. Este colorido evento, que se ha convertido en una tradición anual, reúne a multitudes en las calles de la metrópoli para disfrutar de un espectáculo único. 

Las festividades comenzaron temprano, cuando las familias se congregaron en el primer cuadro de la ciudad, desde Reforma hasta la avenida Juárez, para obtener los mejores lugares y disfrutar del desfile en su máxima expresión. A pesar de las largas horas de espera bajo el sol y luego la sombra gélida de los edificios, la paciencia de los asistentes fue recompensada con un desfile lleno de color, música y tradición. 

El desfile comenzó con entusiastas tambores y danzas prehispánicas, que encendieron la emoción de la multitud. Los contingentes desfilaban con carros alegóricos adornados con colores vibrantes, creando un ambiente festivo y animado. La fragancia del copal e incienso llenó el aire, mientras danzantes vestidos de blanco y rojo, acompañados de tambores, llenaban la avenida con ritmo y alegría. 

El jefe de Gobierno, Martí Batres, dio el banderazo de salida de los contingentes en la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec, destacando la importancia cultural y creativa de este evento. “Este desfile es expresión de tradición, pero también de renovación. Aquí se expresa la creatividad de los jóvenes, de los Pilares, de los Faros, de los centros culturales y de miles y miles de artistas; se expresa la diversidad y la búsqueda de nuestras raíces con los rostros de las nuevas generaciones. Este es el Desfile del Día de Muertos, esta es la tradición, esta es nuestra cultura, este es México”, expresó. 

La espera para presenciar el desfile se hizo más amena gracias a los vendedores ambulantes que ofrecían una variedad de alimentos y bebidas, incluyendo helados, papas, refrescos y tacos. También hubo vendedores de maquillaje, listos para transformar a niños y turistas en calaveras y personajes tradicionales. 

El desfile, que constaba de 65 carros alegóricos y numerosos grupos y representaciones culturales, recorrió ocho kilómetros desde la Puerta de Los Leones hasta el Zócalo. A lo largo del trayecto, se presentaron músicos, bandas de música, bailarines de danza folclórica, mariachis, charros, danzantes tradicionales y comparsas de carnavales locales. 

En la parte final del desfile, los carros alegóricos se congregaron en la plancha del Zócalo, donde se llevó a cabo una presentación musical a cargo de La Maldita Vecindad, que culminó la celebración del Día de Muertos con un espectáculo inolvidable.