Fue hija única, su madre nació en Budapest y fue pianista su padre director de un banco, pertenecían a las familias judías de clase alta de Viena.
Desde muy pequeña empezó a tomar clases particulares, a los once años tocaba perfectamente el piano y dominaba la danza, hablaba cuatro idiomas y a los dieciséis empezó a estudiar artes escénicas.
Por eso abandonó los estudios de ingeniería para dedicarse a ser actriz.
La película que la llevó a la fama en 1932 fue Éxtasis, un filme donde el papel era completamente desnuda, lo cual fue un escándalo social y se prohibió su proyección en las salas de cine.
Pero el magnate Fritz Mandal dueño de una gran empresa armamentista vio el filme y se quedó prendado de la belleza de Hedy Kiesler, la buscó y convenció a sus padres para que le permitieran casarse con su hija. Ellos estuvieron totalmente de acuerdo sobre todo por la situación en la que se encontraban como judíos.
Ya casados su marido la obligaba a acompañarlo a todas las fiestas y cenas de negocios. Esto le permitió a Hedy darse cuenta de que, durante la invasión de Hitler a Polonia, su marido traficaba armas con Hitler y Mussolini, así como también escuchar los planes secretos del Tercer Reich.
Aunque vivía rodeada de lujos en el Castillo de Salzburgo para ella era como un infierno ya que era extremadamente celoso, era como una esclava no podía hacer nada sin su autorización.
Horrorizada por la vigilancia tan fuerte de su marido decide huir.
Finalmente logró llegar a Londres y embarcarse en el trasatlántico Normandía con destino a Estados Unidos. Tuvo la suerte de coincidir con el productor de películas Luis B. Mayer de “Metro-Goldwyn-Mayer” que al verla quedó embelesado de su belleza y le ofreció un trabajo antes de llegar, Mayer y su esposa le sugirieron que se cambiara su nombre por el de Hedy Lamarr.
Al llegar a Estados Unidos, el productor Mayer se dedicó a presentarla como la mujer más bella del mundo convirtiéndola en un icono del cine estadounidense.
Nadie se imaginaba que poseía información confidencial sobre los nazis y que guardaba un gran secreto.
Lamarr era una científica capaz de desarrollar la tecnología necesaria para crear un sistema de torpedos
Así que ella decide dedicarse por las noches a desarrollar algo muy importante y junto con su amigo George Anthiel inventan un sistema de comunicaciones de salto de frecuencia para los aliados que sentó las bases de la tecnología del GPS, Bluetooth y Wi-Fi que se utilizan en la actualidad.
Hedy y George patentaron el sistema de torpedos y consiguieron una cita con el secretario de Guerra de Estados Unidos, el cual después de haberlos escuchado por segunda ocasión, rechazó la oferta argumentando que su invención era original y muy impresionante pero que no era posible la adopción de su sistema.
Argumentó entre varias otras cosas que sería muy difícil para ellos hacer que los soldados y marinos aceptaran un sistema de armas creado por una mujer.
Hedy se convirtió en ciudadana estadounidense en 1953 y fue honrada con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1960.
Hedy Lamarr fallece de una enfermedad cardiaca el 19 de enero del 2000 a la edad de 86 años en Florida.
En el 2014 fue incluida en el Salón de la Fama de Inventores Nacionales por el desarrollo de su tecnología de salto de frecuencia.
Se le apodó como “La madre del Wi-Fi y otras comunicaciones inalámbricas como GPS y Bluetooth.
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