La mexicana Paola Schietekat Seda fue condenada a 7 años de prisión y 100 latigazos tras haber denunciado abuso sexual en Qatar.
La economista, politóloga, antropóloga y trabajadora del Comité Organizador del Mundial de Futbol –el cual se llevará a cabo el próximo 12 de noviembre–, fue abusada sexualmente el pasado 6 de junio de 2021 por un colombiano que conoció en el trabajo.
Paola Schietekat a través de su cuenta de Twitter hizo visible su denuncia acompañado del #100latigazosdeindiferencia, donde se dio a conocer que la joven se encontraba trabajando como economista conductual en el Supreme Committee For Delivery and Legacy en Qatar.
Donde el pasado 6 de junio de 2021 un conocido de la comunidad latina de Doha se metió a su departamento mientras ella dormía –siendo Doha una de las ciudades más seguras muchos de sus habitantes dejan sus puertas sin seguro– y después de un rato de forcejeo para evitar lo ocurrido Paola no pudo con la fuerza del agresor.
Con moretones en el cuerpo y en shock por la situación la mexicana inmediatamente contactó a su madre y a un colega del trabajo, a quienes contó lo ocurrido para evitar que su mente tuviera un mecanismo de autoprotección y olvidara los detalles, y así posteriormente documentar con fotos los moretones y también acudir a las unidades médicas a realizarse las correspondientes pruebas para avalar la agresión y exigir justicia por lo ocurrido.
Paola Schietekat puedo contactar con la Embajada de México en Qatar para que junto con las pruebas acudiera a la policía a levantar la denuncia. No obstante, una serie de inconsistencias surgieron a partir de la primera visita a la policía, que se llevó acabo totalmente en árabe –idioma que la joven mexicana no domina y tampoco se le brindó un traductor– entre el cónsul de México y las autoridades qatarís.
Le dieron a elegir entre tres procesos: alejamiento; no hacer nada o ir a las últimas consecuencias, por lo que Paola aconsejada por el cónsul mexicano eligió la tercera sin que este le explicara que esta opción podría ser utilizada en su contra.
La segunda visita a la policía Paola estuvo frente a frente con su agresor para posteriormente entrar en un interrogatorio de media hora donde se le solicitó una prueba de virginidad. La joven se dio cuenta que había pasado de ser víctima a acusada, puesto en Qatar las relaciones extramaritales son un delito y el agresor había declarado que la joven era su novia.
“Todo se centró alrededor de la relación extramarital, mientras que, bajo mi abaya, la túnica que me recomendaron usar para parecer una ‘mujer de buena moral’ seguían las marcas, moradas, casi negras. Mi abogada casi no habló. Al final, tuve que entregar mi teléfono, desbloqueado, a las autoridades, si no quería ir presa”, informó Paola a los medios.
Mientras que su abogada insistía en casarse con su agresor para que la denuncia pasara al olvido, la Supreme Committe le ayudó a salir de Qatar y volver a México, no sin antes compartir su testimonio a Human Rights Watch.
Por su parte la Embajada de México en Qatar, aseguró cosas totalmente opuestas: primero, que el cónsul le había advertido de las consecuencias; segundo, que ella hablaba árabe de manera fluida y tercero que el proceso no se violó, a lo que la respuesta de Paola fue: “Sin mentiras, Embajada de México en Qatar, SER”.
Por lo pronto, el canciller Marcelo Ebrard ya se reunió con ella, y ordenó que el área jurídica de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se haga cargo en su totalidad del caso, y de que sean respetados todos sus derechos como ciudadana mexicana.
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