Redacción: Raquel García
Movistar Plus+ estrena “Silencio” de Eduardo Casanova. La serie usa vampiras estigmatizadas por la “sangre sucia”, explorando la emoción y el dolor en un formato audaz de solo tres episodios.
Movistar Plus+ ha estrenado la esperada serie Silencio, la más reciente producción ideada por el director Eduardo Casanova. El lanzamiento, estratégicamente programado para coincidir con el Día Mundial del Sida (1 de diciembre), subraya la temática central de la ficción. A través de solo tres episodios, Silencio aborda estigmas sociales vigentes mediante una premisa única: la historia sigue a un grupo de hermanas vampiras que luchan por sobrevivir a la escasez de “sangre limpia”, primero durante la Peste Negra, y luego en un salto temporal que las confronta con la crisis del sida en la España contemporánea.
La serie, que mezcla de manera audaz la comedia, el terror y el drama con el sello estético inconfundible de Casanova, ha requerido un compromiso total por parte de su elenco, que incluye a María León, Lucía Díez, Mariola Fuentes, Omar Ayuso y Carolina Rubio.
Uno de los elementos visuales y dramáticos más desafiantes son las prótesis faciales que las actrices deben llevar para encarnar a estas singulares vampiras. Este proceso no fue solo una cuestión de caracterización, sino un factor determinante en la construcción de los personajes. Lucía Díez rememoró en entrevista cómo el director le aconsejó utilizar la prótesis a favor de la narrativa: la imposibilidad de hablar o comer con facilidad reflejaba a la perfección la dificultad para expresar la emoción y el estigma.
La serie también destaca por su emotividad, particularmente en la relación desarrollada entre los personajes interpretados por María León y Lucía Díez, calificada como una de las grandes historias de amor de la televisión española actual. León describió la química con su coprotagonista como un proceso “fácil y natural”, basado en la admiración mutua y el riesgo asumido por ambas.
El rodaje de Silencio estuvo marcado por la intensidad, especialmente en una secuencia que requirió grandes cantidades de sangre artificial, ambientada con la inconfundible voz de Rocío Jurado. Los actores narran el caos controlado y las enérgicas indicaciones de Casanova. El director admitió que fue una de las escenas más complejas y “locas” de su carrera, con “kilos de silicona” y litros de sangre.
Respecto a la decisión de limitarse a solo tres episodios, Casanova defendió este formato en la era actual, señalando que el público ya no dispone del tiempo necesario para engancharse a temporadas interminables. Para él, un capítulo de 20 minutos es el tamaño adecuado, ideal para consumir antes de dormir. El director concluyó sobre su estilo que, si bien siempre intenta ser diferente, su esencia “rara” se mantiene, demostrando que es posible conectar con un público amplio aun manteniendo una voz y una paleta visual únicas.
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