Redacción: Amairany Ramírez
Más de 180 mil personas se congregaron en la explanada del Zócalo de la Ciudad de México el pasado sábado 6 de septiembre para ser testigos del esperado concierto del puertorriqueño Residente. El intérprete de “René”, quien regresaba a tierras aztecas desde 2019, ofreció una noche épica llena de música, energía y profundos mensajes sobre la educación, la salud mental y los migrantes, así como la búsqueda de la paz mundial.
Desde antes de que Residente apareciera en el escenario, la plancha del Zócalo ya se había llenado de símbolos, como banderas de Palestina y carteles que exigían justicia y paz, preparando el ambiente para una noche de conciencia social. El artista, famoso por usar la música como crítica social, hizo su entrada triunfal en punto de las 8:00 de la noche, entre luces vibrantes y visuales. Pero antes, las talentosas integrantes del colectivo Mujer en Cypher —Azuky, Arianna Puello, Ximbo, Niña Dioz, Prania Esponda y Mena— cautivaron al público con sus barras musicales y ritmos urbanos. La euforia estalló cuando Residente abrió su concierto con “Baile de los Pobres”, dedicando la primera “brincada” a la defensa de la educación pública, gratuita y de calidad.
El repertorio fue un viaje a través de su trayectoria, incluyendo canciones de Calle 13 y de su carrera en solitario. La multitud vibró con temas como “Fiesta de Locos”, “El Futuro es Nuestro”, “René”, “Ojos Color Sol” y “Atrévete”. Un momento cumbre fue la interpretación de “Latinoamérica”, donde Residente invitó a la talentosa cantautora mexicana Silvana Estrada al escenario. Esta colaboración generó una conexión única con los fanáticos, quienes consideraron “Latinoamérica” como su canción preferida, destacando su energía y su relevancia para las luchas sociales y el contexto político cultural de México y la región. El artista incluso añadió a su setlist canciones como “Portarnos Mal”, “Guerra”, “This is not America”, “La Vuelta al Mundo”, “Muerte en Hawaii” y “El Aguante”.
La noche no fue solo de música, sino también un poderoso foro para los mensajes sociales. Residente aprovechó el escenario para hablar de la salud mental, los migrantes y la búsqueda de la paz mundial. Antes de interpretar “Portarnos Mal”, aseguró que “todo mundo merece igualdad de oportunidades desde que nace” y que se necesita “apoyar que todos tengan acceso a educación”. También puso a brincar a los mexicanos por causas como la educación gratuita y de calidad, por el país y por las comunidades indígenas. Uno de los instantes más conmovedores fue cuando el artista compartió una experiencia personal íntima: reveló que, estando en México, estuvo a punto de quitarse la vida, pensando en “lanzarse del piso 25”. Entre lágrimas, interpretó “René”, su tema más personal, y exhortó al público a “buscar ayuda siempre antes de sentirse como yo me sentía”. La respuesta del público fue inmediata y unánime: “No estás solo”.
La conexión entre Residente y sus seguidores mexicanos fue innegable y emotiva. Los asistentes respondieron con coros de “René, hermano, ya eres mexicano”, y con vítores de “Residente, Residente, Residente”, a lo que él respondió: “Se ven brutal, me gustaría estar ahí abajo, con ustedes”. La energía del público fue constante, bailando y cantando junto al puertorriqueño hasta el final del concierto.
La noche del sábado 6 de septiembre de 2025 en el Zócalo se consolidó como un evento histórico y memorable, no solo por la impresionante convocatoria que superó las 180 mil almas, sino por la forma en que Residente transformó un concierto en una plataforma para la conciencia social, la reflexión y la conexión humana, dejando una huella profunda y un mensaje de esperanza en el corazón de la Ciudad de México.
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