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Melodías Nocturnas: el Jazz vive en la CDMX

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Redacción: Guicel Garrido 

La Ciudad de México se consolida como un epicentro para los amantes del jazz, ofreciendo una variedad de espacios que combinan música de alta calidad con ambientes únicos. Desde bares clandestinos con un toque de misterio hasta clubes subterráneos que son verdaderos santuarios del género, la capital mexicana ha cultivado una vibrante escena nocturna dedicada a este ritmo. Estos lugares no solo son escenarios para talentos locales e internacionales, sino que también se han convertido en refugios para quienes buscan una experiencia sensorial completa, donde la música, la coctelería y la gastronomía se entrelazan. 

 

Uno de los conceptos más innovadores es Musak, un “hi-fi listening bar” que opera bajo el formato de un speakeasy. Oculto tras una pared móvil en el restaurante Tres Tonalá, este espacio está diseñado como un ecualizador gigante que permite que la música se disfrute con una claridad excepcional, sin ahogar las conversaciones. De manera similar, Tokyo Music Bar, anexo al restaurante de Edo Kobayashi, ofrece una experiencia minimalista y elegante, con una cuidada selección de vinilos y una coctelería de autor que complementa perfectamente la atmósfera íntima del lugar. 

 

Para aquellos que prefieren un ambiente más bohemio y relajado, Jazzatlán Capital es una opción ideal. Con más de una década de historia que comenzó en Cholula, Puebla, este club se estableció en la Roma para ofrecer un espacio donde la cerveza artesanal y los antojitos mexicanos se fusionan con el jazz en vivo. Por otro lado, Parker & Lenox revive la mística de los bares clandestinos de la época de la Prohibición. Para acceder, los visitantes deben cruzar un restaurante de cocina americana y adentrarse en un pasillo oscuro que conduce a un bar donde el jazz y el hedonismo son los protagonistas. 

 

Finalmente, el Zinco Jazz Club se mantiene como una referencia indispensable. Ubicado en las bóvedas subterráneas de lo que solía ser el Banco de México, este lugar ha albergado a grandes figuras del género y se ha ganado su lugar como un destino turístico obligado. Con su carácter histórico y su excelente programación, el Zinco no solo ofrece una noche de música excepcional, sino también una inmersión en la historia y la cultura de la ciudad. Juntos, estos espacios demuestran que el jazz no es solo un género musical en la CDMX, sino una forma de vida que invita a la exploración y el deleite.