En una conmovedora manifestación el Día de las Madres, decenas de mujeres, madres de desaparecidos, tomaron las calles de la capital exigiendo justicia y la localización de sus hijos. Este grupo, conocido como Madres Buscadoras, marchó desde el Monumento a la Madre hasta el Zócalo, pasando por el Ángel de la Independencia, en una protesta que marcó un sombrío contraste con las celebraciones tradicionales del 10 de mayo.
Las Madres Buscadoras, que han perdido a hijos en circunstancias violentas o a manos de la delincuencia organizada, rechazan serenatas y flores; en su lugar, demandan acciones concretas y eficaces por parte del gobierno para resolver los casos de desapariciones. Durante la marcha, expresaron su frustración por la falta de apoyo institucional y la manipulación política de su dolor.
“Que los busquen, que los identifiquen, que ningún otro hijo o hija falte”, clamaron en un poderoso mensaje al gobierno federal, destacando la inacción y la falta de sensibilidad hacia su causa. Las madres sostuvieron pancartas con las fichas de búsqueda de sus hijos y compartieron historias de secuestros y asesinatos sin resolver que subrayan la crisis de desapariciones en México.
En un gesto simbólico, las manifestantes colocaron fotos y cartulinas con los nombres y las historias de sus hijos desaparecidos en las vallas frente al Palacio Nacional, creando un mural de memoria y protesta. Además, anunciaron la creación de un Frente Nacional de Madres Buscadoras para unificar esfuerzos y aumentar la presión sobre las autoridades para que se tomen medidas efectivas.
Las Madres Buscadoras han declarado que no descansarán hasta encontrar respuestas y han prometido continuar su lucha, desafiando la inercia gubernamental y buscando justicia para sus hijos. Su resiliencia y determinación resuenan como un llamado urgente a reconocer y abordar una de las crisis humanitarias más graves del país.
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