Daniel Lee La columna del día

Informalidad, también en el sector salud

Por Daniel Lee

Columna Horas Extras 

Cada año, el mercado laboral mexicano se enfrenta a desafíos monumentales: desde la lucha contra la informalidad hasta la promoción de la participación femenina. Sin embargo, cuando dirigimos nuestra mirada hacia el sector salud, encontramos un panorama complejo que merece nuestra atención. 

Aunque la informalidad laboral en el sector ha disminuido ligeramente en los últimos años, aún persisten cifras alarmantes.  

Datos del Observatorio de las Condiciones Laborales de las Mujeres en el Sector Salud, dos de cada diez personas empleadas en el sector se encuentran en trabajos informales, una proporción desproporcionadamente alta de las cuales son mujeres.  

Pero más preocupante aún es el hecho de que solo el 6.0% de las mujeres ocupan puestos directivos, en comparación con el 12% de los hombres. 

El observatorio que pertenece al colectivo México, ¿cómo vamos?, ha identificado tendencias preocupantes que no pueden pasarse por alto.  

Y apunta: Esta disparidad no solo se refleja en los cargos de liderazgo, sino también en la distribución de roles dentro del sector.  

La enfermería, por ejemplo, sigue siendo un campo abrumadoramente femenino, con el 34% de todas las mujeres empleadas en el sector dedicadas a esta profesión, en comparación con solo el 16% de los hombres.  

Estos patrones, señalados por Brenda Flores, analista de México, ¿cómo vamos?, reflejan una serie de barreras educativas, estereotipos arraigados y desigualdades estructurales que limitan las oportunidades de las mujeres en el sector de la salud. 

Además, el estudio revela que las mujeres enfrentan una carga desproporcionada de trabajo no remunerado en el hogar, lo que afecta su capacidad para dedicarse plenamente a sus carreras.  

Este desequilibrio se traduce no solo en una brecha salarial del 8.8%, sino también en una disparidad en los roles de liderazgo, donde las mujeres se enfrentan a obstáculos adicionales para ascender en sus carreras. 

Para abordar estos desafíos, se requiere una acción decisiva por parte de los responsables políticos y de la sociedad en su conjunto. Es necesario implementar políticas que fomenten la igualdad de género en el lugar de trabajo y que faciliten la conciliación entre la vida laboral y familiar.  

Esto incluye medidas como la ampliación de las licencias de paternidad y la creación de un sistema nacional de cuidados que permita a las mujeres desarrollarse profesionalmente sin tener que sacrificar su vida personal. 

En última instancia, superar los desafíos de género en el sector salud no solo es una cuestión de justicia social, sino también de eficacia y eficiencia. Al empoderar a las mujeres y eliminar las barreras que enfrentan en el lugar de trabajo, podemos construir un sector salud más equitativo, inclusivo y resiliente para todos. 

Lo cierto es que es hora de actuar con determinación y visión de futuro para construir un futuro laboral más justo y equitativo para todas y todos en el sector salud de México. 

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