La Facultad de Estudios Superiores Aragón comprobó que la ministra Yasmín Esquivel Mossa cometió plagio en su tesis de licenciatura.
El Comité de Integridad Académica y Científica determinó que la tesis original se presentó en 1986, por “el exalumno de la Facultad de Derecho”, Édgar Ulises Báez Gutiérrez.
Sin embargo, el rector de la UNAM, Enrique Graue, afirmó que la máxima casa de estudios no le puede retirar el título académico.
El comunicado previo, la FES Aragón confirmó el plagio académico:
“la tesis elaborada en 1987 es copia sustancial de la original presentada en 1986 por el exalumno de la Facultad de Derecho.”
El Comité valoró los elementos de construcción, desarrollo, estilo, contenido, temporalidad, congruencia y manejo de la información de ambas tesis, así como el análisis de los archivos físicos y digitales institucionales y la documentación exhibida por las partes involucradas.
El Comité también abordó la “posible falta en el cumplimiento de los principios éticos universitarios y el apego a la normatividad institucional” de Martha Rodríguez Ortiz.
El caso detonó los últimos días de 2022 con un artículo de Guillermo Sheridan en Latinus, que exhibió la semejanza entre ambos trabajos.
El primero fue presentado en 1986 por Édgar Ulises Báez Gutiérrez. Un año después, la actual ministra se tituló con una tesis similar en contenido y estructura.
Yasmín Esquivel ha mantenido que ella elaboró su trabajo. En varios mensajes ha afirmado que comenzó la investigación desde 1985 y que dio sus notas a la asesora de tesis.
La Fiscalía de Ciudad de México abrió una carpeta a solicitud de la ministra. En la investigación de una semana, la asesora de tesis, Martha Rodríguez, exhibió una carta que presuntamente le llegó a su domicilio en que el estudiante supuestamente reconocía haber copiado el trabajo.
La carta, que presuntamente fue avalada por notario público, es un reconocimiento del estudiante de plagio:
“… de ese trabajo tomé varias referencias y texto” y “pude tomar varias partes importantes del trabajo de ella en el año de 1985 a 1986 …”.
En comunicación posterior, la fiscalía aclaró que no abordó si hubo plagio, pero determinó cerrar el caso porque ya no ameritaba una sanción penal en este momento.
La ministra dijo que la publicación y las críticas eran parte de una campaña para influir en la elección de la presidencia de la Suprema Corte, que finalmente ganó Norma Lucía Piña.
“a base de mentiras y difamaciones, (que) pretende influir en la próxima elección del presidente o presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y con ello, imponer intereses ajenos al proceso de elección”.
Incluso, durante la primera sesión del año en que se realizó la elección, la ministra pidió la palabra para defenderse de la acusación de plagio.
Dijo que fue un intento de los “poderes fácticos” para influir en el proceso y que no se dejaría intimidar.
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