El recién bautizado Icon of the Seas ha capturado la atención del mundo con su monumentalidad y sus características innovadoras. Sin embargo, mientras algunos elogian sus avances en eficiencia energética, otros cuestionan su sostenibilidad a largo plazo.
Con una ceremonia encabezada por la superestrella del fútbol Lionel Messi, el Icon of the Seas fue bautizado como el crucero más grande del mundo en Miami el 23 de enero. Este gigante marítimo, con una capacidad para casi 8,000 personas y una impresionante gama de amenidades, representa un hito en la industria de los cruceros.
Royal Caribbean, la compañía detrás del Icon of the Seas, asegura que el barco establece un nuevo estándar de sostenibilidad. Equipado con tecnología de eficiencia energética y un avanzado sistema de tratamiento de agua, la compañía afirma estar comprometida con la preservación del medio ambiente y las comunidades.
“Vivimos por una sola filosofía, que es ofrecer las mejores vacaciones de manera responsable”, dijo Nick Rose, el vicepresidente de gestión ambiental del Grupo Royal Caribbean. “Y para hacer eso, construimos con los principios fundamentales para preservar nuestro planeta y nuestras comunidades”.
Sin embargo, algunos expertos advierten que la construcción de barcos tan masivos va en contra de los objetivos a largo plazo de sostenibilidad. Marcie Keever, directora del Programa de Océanos y Embarcaciones de Friends of the Earth, señala que la tendencia hacia barcos más grandes contradice los principios de sostenibilidad genuina.
Una de las características destacadas del Icon of the Seas es su transición al gas natural licuado (GNL) como combustible, promocionado como una alternativa más limpia al fueloil pesado. Aunque el GNL emite menos dióxido de carbono que los combustibles convencionales, los expertos advierten sobre su impacto a largo plazo debido a las emisiones de metano.
Otro aspecto importante es la capacidad del Icon of the Seas para conectarse a la energía eléctrica de los puertos, reduciendo así las emisiones de carbono mientras está atracado. Sin embargo, esta práctica aún no está ampliamente disponible en todos los puertos, lo que limita su impacto.
El crucero también cuenta con un sistema de gestión de residuos que convierte los desechos en energía y un avanzado sistema de purificación de agua. Aunque estas características son positivas, algunos cuestionan su impacto en comparación con el tamaño y la escala del barco.
La tecnología de pilas de combustible, planeada para futuras instalaciones en el Icon of the Seas, ofrece la promesa de una navegación más sostenible. Sin embargo, su implementación aún enfrenta desafíos logísticos y de suministro.
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