Una mirada al interior del ogro más cascarrabias de Whoville, cuya sed de venganza navideña se convierte en la comedia más taquillera del año 2000. La película, dirigida por Ron Howard, ganó un Óscar por su impresionante trabajo de maquillaje y efectos, consolidándose como un clásico moderno y conmovedor.
Redacción: Amairany Ramírez
La versión cinematográfica de El Grinch titulada originalmente How the Grinch Stole Christmas, nos sumerge en el mundo vibrante y peculiar de Whoville, narrando la historia del habitante más cascarrabias que juró venganza contra la celebración más grande del pueblo. Este ogro malhumorado, interpretado por el magistral Jim Carrey, vive como ermitaño en una aislada caverna en lo alto de una montaña, alejado de la alegría navideña de sus antiguos vecinos. Desde su refugio, el Grinch busca arruinar la Navidad robando todos los objetos y símbolos festivos que encuentra a su paso.
Dirigida por Ron Howard y basada en el famoso cuento navideño del Dr. Seuss, la película de Comedia y Fantasía nos presenta a un personaje consumido por el odio tras haber abandonado el pueblo. Sin embargo, sus meticulosos planes para robar la Navidad se ven interrumpidos por la inocencia de una niña llamada Cindy Lou Quien, interpretada por Taylor Momsen. Cindy Lou, al desconocer la naturaleza del Grinch, lo invita a participar en la fiesta de Navidad de la ciudad, pero él, en lugar de aceptar, causa estragos.
La actuación del legendario Jim Carrey es, sin duda, el pilar central de esta adaptación. Los críticos han señalado que su interpretación fue una de las mejores decisiones de su carrera, ya que parecía ser el papel para el que había nacido. Carrey logró ofrecer una comedia física impactante y algunas bromas improvisadas, lo que contribuyó a la experiencia inolvidable del filme. Es destacable que logró transmitir una amplia gama de sentimientos y emociones incluso detrás de los 10 kilos de látex que componían el elaborado vestuario y maquillaje. De hecho, el director Ron Howard encontró tan gracioso que Carrey imitara su estilo de dirección en el set que la escena resultante fue incluida en la película. La complejidad de la personificación del Grinch se vio recompensada cuando el maquillaje, diseñado por el maestro Rick Baker, ganó el Premio Óscar de la Academia en 2001. La película también recibió nominaciones por Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Diseño de Producción, destacando el opulento diseño de los decorados y vestuarios de un mundo “Seussiano”.
A pesar de que el filme fue descrito por algunos críticos como teniendo un guion irregular en ciertas partes y escenas lentas en la mitad, el consenso general lo considera una adaptación fantástica, superior para el público adulto en comparación con la versión animada original. Ron Howard consiguió plasmar el aspecto visual del mundo de Dr. Seuss de manera acertada, tanto en las caras de los Quién como en la arquitectura de Whoville.
La película, producida y distribuida por Universal Pictures e Imagine Entertainment, resultó ser un éxito financiero. Con un presupuesto estimado de 123 millones de dólares, recaudó un total mundial de 349,320,397 dólares. Este éxito la posicionó, en ese momento, como la segunda película navideña más taquillera de todos los tiempos, solo superada por Mi pobre angelito (1990).
Aunque al principio el Grinch se dedica a robar regalos, adornos y comida, su plan de venganza fracasa al darse cuenta de que el verdadero espíritu navideño no reside en los objetos materiales, sino en el corazón de los habitantes de Whoville. Este mensaje conmovedor sobre la redención y el espíritu genuino de las fiestas es narrado por Anthony Hopkins. En Latinoamérica, el doblaje estuvo a cargo de un elenco notable, siendo Mario Castañeda quien prestó su voz al Grinch.
El Grinch de 2000 es una pieza fundamental del cine festivo, que ofrece un entretenimiento colorido y bien interpretado. Se recomienda encarecidamente para niños y adultos que busquen una comedia peculiar con corazón.
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