Redacción: Daniela Paredes Rocha
José “Chapulín” Salas se vuelve como campeón mundial gallo de la FIB tras una increíble victoria, devolviendo protagonismo al peso rey del boxeo mexicano y fomentando la tradición pugilística del país.
Ciudad de México. José “Chapulín” Salas, tijuanense y nuevo campeón mundial gallo de la Federación Internacional de Boxeo, derrotó por nocaut técnico al sudafricano Landie Ngxeke en una función en la explanada de la alcaldía Gustavo A. Madero. Una pelea que terminó en el séptimo asalto, una decisión que generó reclamos en la esquina del perdedor, ya que se consideró que el árbitro se precipitó al detener la acción.
Coronarse como campeón en esta zona al norte de la CDMX tiene connotaciones míticas. En barrios tradicionales como Martín Carrera, Gabriel Hernández, Guadalupe Tepeyac, los habitantes han desarrollado orgullo profundo por su origen y su historia.
Es especialmente simbólico que junto a la explanada se conserve una fachada con chimeneas de los baños Santa María de Guadalupe. Un vestigio de la época dorada del boxeo mexicano. Estos gimnasios, que pertenecían a los antiguos establecimientos con servicios de ducha con agua caliente y sauna, fueron semilleros de grandes talentos. Algunos llevaban nombres femeninos que se convirtieron en legendarios: los Lupita, donde salieron Lupe Pintor y Finito López; los Margarita o los Gloria. Para los jóvenes de hoy, estos nombres pueden parecer olvidados, pero su memoria sigue en la historia del boxeo.
“Chapulín” es un nuevo campeón mundial mexicano en una división legendaria: el peso gallo, considerada “la reina” del boxeo nacional. Con un límite de 118 libras o máximo 53.52 kilos, es un peso donde se pelea rápido y con fuerza; ganar aquí requiere sacrificio: se da y se recibe.
Los pesos gallo hicieron del boxeo un oficio heroico, dramático y también astuto. En la categoría, los golpes eran artesanales, combinando técnica y movilidad, mientras que los peleadores también eran capaces de disfrutar de fiestas tan épicas como sus combates. Toluco López, un bebedor de pulque e ídolo del pueblo; Púas Olivares, prodigio con humor nato; Rafael Herrera, un caballero talentoso; Alfonso Zamora y Carlos Zárate, todos dejaron huella en esta división. Uno de los episodios más recordados fue en 1972 en el desaparecido Toreo de Cuatro Caminos cuando Rafael Herrera noqueó en 8 asaltos a Púas, en un combate lleno de pasión y tormento, que también marcó la despedida de Herrera de la categoría.
Ahora, en diciembre de 2025, México celebra un nuevo campeón. “Chapulín” Salas peleó con capacidad y estrategia, mientras que el sudafricano, aunque más lento, buscaba el título con intensidad y estaba atento para aprovechar cualquier error del mexicano.
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