Redacción: MaJo Gutiérrez
La IA ya está trabajando en México, pero fuera del radar de TI: el 67% de los profesionales utiliza asistentes personales y gratuitos. Este fenómeno de “Shadow AI” demuestra que la practicidad avanza más rápido que las políticas corporativas, poniendo en riesgo la fuga de información sensible.
La Inteligencia Artificial (IA) ha penetrado las oficinas de América Latina, pero lo ha hecho en las sombras. Según el estudio Work: InProgress de Google Workspace, IDC y Provokers, el 67% de los profesionales en México ya utiliza asistentes de IA personales para sus labores diarias, un fenómeno conocido como Shadow AI (IA en las sombras). Este dato revela una brecha crítica: mientras la fuerza laboral se tecnifica a gran velocidad, solo el 35% de las empresas mexicanas ofrece herramientas de IA oficiales. La principal razón de esta adopción no regulada es la practicidad, pues los empleados consideran sus herramientas personales más accesibles (37%) o simplemente mejores que las opciones corporativas (32%).
Este avance acelerado de la Shadow AI plantea un riesgo de seguridad latente y masivo. El uso de herramientas personales y gratuitas (como ChatGPT o Gemini no empresariales) implica que los empleados suben datos corporativos sensibles a servidores públicos o de entrenamiento de modelos sin ninguna gobernanza. A pesar de que el 44% de los usuarios se siente más seguro con sus propias herramientas una percepción subjetiva, el 41% reconoce que existe un riesgo alto o muy alto al manejar información sensible de esta manera. Ante la falta de políticas claras (solo el 30% de las empresas las tiene), las organizaciones mexicanas se encuentran ante una potencial fuga de información a gran escala.
El estudio subraya que la IA ya no es una moda, sino el nuevo lenguaje laboral. En un horizonte de dos a cinco años, dominar el manejo de asistentes de IA será valorado casi tres veces más que tener un posgrado, maestría o doctorado. El mercado laboral está cediendo terreno a la agilidad tecnológica, y la capacidad de los profesionales para investigar temas (47%), analizar datos (43%) y resumir textos (41%) con IA se está convirtiendo en la habilidad más valiosa. Irónicamente, ante la falta de capacitación corporativa (solo el 28% la recibe), los empleados están aprendiendo por su cuenta: 48% mediante la práctica y 48% a través de investigación en internet.
La conclusión del estudio, basado en una encuesta a más de 700 profesionales en México, es contundente: la adopción de la IA es inevitable y ya ocurrió. El dilema para las organizaciones no es si usar o no la IA, sino cómo gestionarla. El reto inmediato para los directivos es cerrar la brecha ofreciendo plataformas seguras y establecer directrices claras de gobernanza. De lo contrario, advierte el estudio, la información sensible de las empresas seguirá fluyendo sin control a través de las cuentas personales de sus colaboradores.
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