Dulce María, maestra de preescolar, explicó que trata de ser empática con los padres de familia pues pueden tener más de un hijo estudiando, lo que representa un fuerte gasto.
Cuando inició su proceso escolar, a mediados del siglo pasado, la cultura del reciclaje no se reconocía como tal pero Magdalena recuerda que algunos de sus compañeros de primero de primaria recogían del bote de la basura los lápices disminuidos, casi hasta su conclusión. Los cuadernos de la marca Polito, hoy inexistentes, eran de hojas económicas y se usaban más de una vez pues al usar lápiz, los niños más pobres borraban las hojas para volverlas a utilizar. Eso, la vida moderna lo extinguió.
Hoy como en el pasado de hermano a hermano se pueden heredar los libros, uniformes e incluso las mochilas pero los cuadernos “chinos” son tan baratos que anulan el tiempo y trabajo depositado en el reciclaje porque se invierte mucho quitando resortes de acero, salvando hojas útiles, volviendo a forrar las pastas y cociendo el cuaderno.
Sencillamente es mejor tomar cuadernos con la tapa del color que pidan en la escuela y ponerles un forro de hule para iniciar el ciclo, reconocen algunas señoras mientras esperan ser atendidas en el aparador de una papelería.
Maestros muestran empatía por fuertes gastos
Dulce María Ramírez Valdenegro es una profesora de nivel preescolar. Este será su tercer ciclo en el Jardín de Niños Ermilo Abreu Gómez, en la colonia Sol de Oriente de Torreón, y al tener bajo su cargo el tercer año, ella sabe que debe ser empática con los padres de familia pues pueden tener más de un hijo cursando la educación básica.
“Nosotras les damos lista de útiles, no pedimos materiales reciclados. Son crayolas, tijeras, hojas de máquinas, papeles, depende de cada maestra porque en los primeros grados usan cuadernillos de trabajo, pero en tercero sí llevan cuadernos de tarea. Los niños pueden seguir usando sus tijeras, lo que se encuentre en buen estado. Yo no tendría problema sobre los cuadernos, se les pide por ejemplo la medida de los cuadros, y se puede trabajar”.
Esta profesora sabe que los niños pueden usar durante un buen tiempo sus mochilas, loncheras, el uniforme incluso. Pero arranca el año y en las escuelas públicas se tiene un tiempo de tolerancia para la entrega de los materiales y apuntó, ella puede iniciar el ciclo escolar y trabajar con los pedacitos de crayones que quedaron, el papel crepé y las plastilinas.
“Podemos ser tolerantes hasta mes y medio con los materiales. A los niños también les enseñamos reglas de cuidado del material; que no rompan las crayolas, que no muerdan los lápices. Ya cuando los papás llevan sus materiales los etiquetamos y cada niño tiene su cajita. Quizá en las escuelas privadas les pidan el material de inmediato pero nosotros tenemos que ser empáticos en esas situaciones”.
¿Estado entrega material escolar a tiempo?
A Dulce María Ramírez se le pregunta si el material que entrega el estado para apoyar a las familias llega a tiempo y apuntó que por lo regular se entrega cuando ya avanzó el ciclo, pero se les es entregado a las familias y éstas pueden guardarlo para el siguiente año, con lo cual sí pueden apoyarse económicamente, porque los ciclos inician con la compra de calzado, uniformes y materiales escolares lo que en conjunto hace pesado el inicio escolar.
FUENTE: MILENIO
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