La década de los 90’s fue testigo de una de las relaciones sentimentales más destacadas en el mundo del entretenimiento mexicano: la de Victoria Ruffo y Eugenio Derbez. Derbez, conocido por su impacto en el mundo cómico, y Ruffo, emergiendo como una de las mejores actrices de la época, conformaban una pareja que parecía perfecta.
En 1992, la pareja recibió a su primer y único hijo, José Eduardo Derbez, aunque su relación enfrentó múltiples altibajos. La manera en que terminaron sigue siendo objeto de especulación, pero es un hecho que Ruffo tuvo que recurrir a terapia psicológica tras la separación.
A pesar de su aparente compatibilidad, con Derbez como uno de los comediantes más reconocidos y Ruffo como una prominente actriz de telenovelas, se revelaría que su relación estaba lejos de ser sencilla. La pareja decidió casarse antes del nacimiento de José Eduardo, una elección que entonces era mal vista en la conservadora sociedad mexicana. Derbez organizó una ceremonia para evitar el escrutinio público, pero años después se descubrió que la boda nunca fue legal.
Desde su separación hace 25 años, Ruffo y Derbez no han vuelto a cruzarse. Aunque afirman que fue una decisión mutua, persisten rumores de engaño por parte de Derbez. Tras la ruptura, Derbez tuvo una relación con la diseñadora de modas Sarah Bustaní, mientras que Ruffo enfrentó la presión mediática y tardó en encontrar pareja. La actriz incluso admitió haberse sometido a terapia para lidiar con la situación.
Hoy en día, mantienen una relación cordial. Ruffo se casó con Omar Fayad, embajador de México en Noruega, mientras que Derbez formó una familia con la actriz y cantante Alessandra Rosaldo. A pesar de los años transcurridos, el legado de esta pareja sigue siendo parte del imaginario colectivo del entretenimiento mexicano.
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