A seis años del devastador sismo del 19 de septiembre de 2017, que sacudió a México con una magnitud de 7.1 grados en la escala de Richter, el panorama para el 32% de los damnificados en la Ciudad de México sigue siendo desolador. Según los datos proporcionados por la Comisión para la Reconstrucción de la CDMX, alrededor de 5,250 viviendas y edificios de departamentos todavía se encuentran en proceso de reconstrucción y rehabilitación, dejando a miles de personas sin un hogar digno.
Jael Castillo, una de las afectadas por este desastre, comparte su experiencia: “Sigo sin regresar a mi casa desde el día del sismo. Nos dijeron que el edificio se podía rehabilitar, pero la mayoría de los vecinos optaron por la reconstrucción a través de un esquema de redensificación, y a la fecha, la obra no se ha terminado”. Castillo, quien perdió su departamento ubicado en Alfonso Reyes 188, colonia Hipódromo Condesa, lamenta la falta de claridad por parte de las autoridades y la demora en la finalización de las obras.
Esta situación se agrava para muchos damnificados, como Héctor de la Cueva, cuyas viviendas están entre las 1,690 que aún están pendientes de ser reconstruidas o rehabilitadas. De la Cueva, quien vivía en el edificio de Vértiz 1233 durante 17 años, ha tenido que invertir su dinero en el pago de rentas en otros lugares mientras esperan la reconstrucción de sus hogares.
La demora en la ejecución de las obras se atribuye a problemas jurídicos y estructurales en algunos inmuebles, lo que ha generado frustración y ansiedad entre los damnificados. La incertidumbre aumenta a medida que se acerca el fin de la administración gubernamental y las próximas elecciones en 2024.
Martí Batres, jefe de gobierno de la Ciudad de México, prometió recientemente que se iniciarán todas las obras pendientes y se intensificará el diálogo con las personas afectadas. Sin embargo, los damnificados insisten en que la lucha colectiva y la organización en colectivos han sido fundamentales para hacer oír sus voces y mantener la presión sobre las autoridades.
Jael Castillo enfatiza la importancia de la organización: “La organización fue la forma de conseguir mayor certeza. El haber llegado al colectivo de Damnificados Unidos de la Ciudad de México me permitió participar en mesas de trabajo con las autoridades, porque de otro modo todo era papeleo y burocracia sin respuestas claras”.
A pesar de los avances en la reconstrucción, los vecinos afectados por el sismo del 19S continúan luchando juntos en busca de un hogar al que puedan regresar, con la esperanza de que se cumplan las promesas de las autoridades y se brinde apoyo a todos los damnificados.
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