En un esfuerzo por abordar el problema creciente de la tala ilegal de árboles en la Ciudad de México, se han implementado suspensiones de actividades en aproximadamente un centenar de madererías. Estas han causado cierta inquietud entre las familias que operan estos negocios, y algunos temen que estos cierres temporales puedan convertirse en definitivos. Sin embargo, el jefe de Gobierno, Martí Batres, aseguró que estas decisiones se toman con el objetivo de combatir la tala clandestina y regularizar el proceso.
Batres admitió que, si bien las suspensiones de actividades en las madererías están relacionadas con problemas administrativos, están en consonancia con los esfuerzos para frenar la tala no autorizada de árboles en la ciudad. “Ha habido suspensiones por temas administrativos, en efecto, pero están en el marco del combate a la tala de árboles”, afirmó.
Aunque algunas voces han expresado preocupación por el cierre de estos establecimientos, las autoridades aclararon que estas acciones no están directamente vinculadas con la tala ilegal de árboles. Martí Batres enfatizó que hay madererías legales que operan y comercializan madera autorizada de manera transparente. Sin embargo, también existen casos de madererías que, a pesar de estar legalmente establecidos, venden madera proveniente de talas ilegales.
“Para nosotros es fundamental la regularización de todo este proceso”, subrayó el jefe de Gobierno. Hasta la fecha, se han cerrado 51 madererías en la ciudad, todas ellas debido a problemas o actividades irregulares. Estos buscan no solo frenar la tala clandestina sino también garantizar que las madererías operen dentro de los límites legales, asegurando que la madera comercializada medidas provenga de fuentes autorizadas y sostenibles.
La lucha contra la tala ilegal de árboles es crucial para la preservación de los espacios verdes en la Ciudad de México y para contribuir a la conservación del medio ambiente en general. Aunque algunas madererías han experimentado cierres temporales, la esperanza es que estas conduzcan a una mayor regulación y control en la industria de la madera, protegiendo los recursos naturales de la ciudad para las futuras generaciones.
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