Política

México con la brecha de género en pensiones más alta de AL

Redacción: Daniel Lee   

La brecha de pensión en México está por debajo de la vista en Chile, con 50.2 por ciento, y le siguen Colombia, con 33 por ciento, y Bolivia, con 17 por ciento. Entre las razones se expone el bajo salario y una menor densidad de cotización, desigualdades de 24 por ciento y 46.1 por ciento en nuestro país entre mujeres y hombres.

Datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) precisaron que en 2022 la brecha de ingresos entre hombres y mujeres fue de 14 por ciento y la proporción de mujeres de 15 años o más que trabajan o buscan un empleo ha oscilado entre 40 y 45 por ciento en los últimos 17 años, lo que deja claro la preponderancia de ellos en el mercado laboral. 

“Muchos de los elementos que observamos en el sistema de pensiones en cuanto a la inequidad de género pueden mejorarse desde el lado del sector laboral. Entre más mujeres contribuyan al sistema podemos reducir esa brecha”, indicó Julio César Cervantes, presidente de la Consar. 

Coincidió Guillermo Zamarripa, presidente de la Amafore, aunque añadió que las Afores son entidades altamente reguladas y no tienen permitido ofrecer una Siefore de género o por rango salarial sino únicamente generacional. “Es una discusión relevante si debería haber más, pero no tenemos la capacidad de hacerlo”, reveló.

Ekaterina Cuéllar, consultora de la división de mercados laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sostuvo que en América Latina se deben contemplar sistemas de seguridad social que se adapten a las realidades cambiantes de los trabajadores y las nuevas modalidades de empleo. De hecho, en Colombia se perfila la reducción de semanas cotizadas para las mujeres en el entendido de las desigualdades que las limita de una pensión digna. 

Francisco Urióstegui, vicepresidente adjunto en Moody’s Investors Service, precisó que hay un esfuerzo por parte de las Afores por incorpo rar la visión de género, y las mujeres se han beneficiado con la disminución de las semanas cotizadas, pero también hay que ofrecer productos más enfocados a sus necesidades.

“Las cotizaciones de las mujeres en el Sistema han sido intermitentes por condiciones naturales de su situación laboral. Se han comenzado a generar estadísticas sobre género lo cual también va a ayudar a que se tenga la información y podamos crear criterios para monitorear el avance en su atención”, argumentó el especialista.