Redacción: Daniela Paredes Rocha
Descubre los sorprendentes beneficios que cantar aporta a la salud, desde bajar el estrés hasta mejorar la respiración y apoyar el ánimo, todo apoyado por la ciencia.
Pero estos cantores, ¿se dan cuenta o no? Mientras llenan centros comerciales, estaciones de tren, residencias de gente mayor y hasta la calle de tu casa con canciones jubilosas, también están mejorando la salud. Se ha visto que cantar aporta una amplia gama de beneficios que abarcan desde el cerebro hasta el corazón para quienes lo practican, especialmente si lo hacen en grupos. Puede unir a las personas, preparar el cuerpo para enfrentar enfermedades e incluso ayudar a suprimir el dolor. Entonces, ¿valdría la pena levantarse para celebrar?
“Cantar es un acto cognitivo, físico, emocional y social”, afirma Alex Street, investigador del Instituto de Investigación de Musicoterapia de Cambridge, quien estudia cómo la música puede ayudar a niños y adultos a recuperarse de lesiones cerebrales.
Los psicólogos llevan mucho tiempo impresionados por cómo las personas que cantan juntas pueden desarrollar un poderoso sentido de cohesión social. Incluso los vocalistas más novatos se sienten parte del grupo al cantar. Investigaciones han demostrado que personas completamente desconocidas pueden forjar vínculos inexplicablemente estrechos después de cantar juntas durante una hora.
Como era de esperar, cantar tiene ventajas físicas para los pulmones y el sistema respiratorio. Algunos investigadores incluso han usado el canto para ayudar a personas con enfermedades pulmonares.
Efectos mensurables.
Pero cantar también produce otros efectos físicos relevantes. Se ha descubierto que mejora la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Incluso se ha visto que cantar en grupos o coros refuerza la función inmunitaria de una forma que simplemente escuchar la misma música no puede.
Existen diferentes explicaciones para esto. Desde un punto de vista biológico, se cree que cantar activa el nervio vago, que está conectado directamente con las cuerdas vocales y los músculos de la parte posterior de la garganta. La espiración prolongada y manejada que implica cantar también libera endorfinas vinculadas con el placer, el bienestar y la supresión del dolor.
Las explicaciones son mezcladas. Se considera que cantar activa el nervio vago y promueve la liberación de endorfinas, sustancias que reducen el dolor y aumentan el estado de ánimo. Además, cantar en grupos disminuye el estrés, ayuda al ánimo y genera una sensación de propiedad muy poderosa. Estos efectos hacen que cantar valga totalmente la pena. En definitiva, cantar no solo alegra el momento, también mejora la salud física y emocional. Es una herramienta sencilla, modesta, gratuita y potente que todos podemos incorporar a nuestra vida diaria para sentirnos mejor cada día.

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