Redacción: Andrea Zamora
La franquicia de disparos en primera persona regresa con una ambientación inesperada. Call of Duty: Black Ops 7 sitúa su historia en un Japón del futuro cercano, donde la tradición y la tecnología se enfrentan en medio del caos.
El estudio Treyarch ha confirmado que esta nueva entrega busca ofrecer un enfoque visual y narrativo distinto, con escenarios que combinan la calma de los santuarios zen y el brillo de los rascacielos iluminados por hologramas.
En su lanzamiento, el juego incluirá 18 mapas multijugador, varios ambientados en diferentes zonas de Japón. Uno de los más comentados es “Toshin”, un Tokio futurista lleno de neones, anuncios al estilo anime y referencias culturales contemporáneas. Entre sus curiosidades, destaca un café para gatos y un bar de karaoke, detalles que reflejan la vida urbana japonesa incluso en medio de la guerra. Estos elementos aportan un contraste entre lo cotidiano y lo bélico, una fórmula poco habitual en la saga.
Otro de los escenarios es “Den”, ambientado en un castillo japonés convertido en base tecnológica. Aquí, los jardines zen se mezclan con pasillos llenos de servidores y pantallas táctiles. Esta fusión de lo histórico y lo moderno es una de las claves visuales que Treyarch busca explorar para mantener fresca la experiencia de Black Ops.
El director creativo asociado, Miles Leslie, explicó que Japón ofrecía “el tono, la escala y el contraste adecuados” para desarrollar tanto la narrativa como la mecánica del juego. Por su parte, el diseñador de niveles Matt Scronce comentó que la cultura japonesa permitió integrar lo tradicional con lo futurista sin romper la inmersión del jugador.
Call of Duty: Black Ops 7 se lanzará el 14 de noviembre para PC, PS5, PS4, Xbox Series X|S y Xbox One. Además de los nuevos entornos, el título traerá versiones actualizadas de mapas clásicos como Express y Raid, adaptados a la estética futurista del Japón de esta entrega.
El diseño visual promete ser uno de los mayores atractivos. El uso de luces de neón, arquitectura mixta y paisajes urbanos densos busca transportar al jugador a un futuro que se siente vivo y reconocible. El detalle del café para gatos, más que un simple guiño, aporta humanidad y humor a un contexto dominado por la violencia. Es un recordatorio de que incluso en los escenarios de guerra, la vida cotidiana y la cultura persisten.
Con esta ambientación, Black Ops 7 parece dispuesto a renovar la saga, apostando por una mezcla equilibrada entre acción, estética y ambientación cultural. Un Japón del futuro que, más allá de los disparos, promete ser una experiencia visual y narrativa diferente.
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