Redacción Marlone Serrano
En México, cientos de niñas y niños esperan cada día la llamada que les devuelva la esperanza: la noticia de un órgano disponible que les permita seguir creciendo, estudiando y soñando. Así, es la dura realidad de quienes enfrentan enfermedades graves como la insuficiencia renal crónica terminal, donde la única salida para tener una vida plena es un trasplante.
Tal es el caso de Alexis, un niño de 15 años originario de Puebla, todos los días contesta el celular esperando a que sea una llamada milagrosa, aquella en la que le pudieran notificar la existencia de donadores de órganos. “Los órganos no van al cielo, hacen más falta aquí”,menciona Alexis tras ser cuestionado sobre la creación de la fundación.
Sin embargo, tras 5 años de lucha, fe y apoyo de su familia, con el objetivo de fomentar la donación en el país, Alexis decidió crear la fundación “IRCARIT (insuficiencia renal terminal ayuda igualitaria a todos) a las manos de los pacientes renales”, donde se han encargado de apoyar a niños con enfermedades similares con tratamientos, translantes, mediacamentos e insentivos económicos.
Entre las principales condiciones que requieren un trasplante se encuentra la insuficiencia renal crónica terminal (IRCT), una enfermedad irreversible y progresiva en la que los riñones dejan de funcionar adecuadamente. En el caso de los niños, esta condición representa un reto particularmente grave, ya que limita su desarrollo físico y afecta de manera significativa su calidad de vida.
Las causas en población infantil pueden estar relacionadas con:
- Anomalías congénitas, como malformaciones del riñón y de las vías urinarias.
- Enfermedades hereditarias, que comprometen la función renal desde etapas tempranas.
- Enfermedades glomerulares, que dañan los filtros del riñón, a veces asociadas a infecciones o problemas cardíacos.
Cuando los riñones dejan de filtrar adecuadamente, el organismo acumula líquidos y sustancias tóxicas. En los niños, esto puede generar problemas de crecimiento, anemia, fatiga constante, hipertensión, pérdida de apetito, náuseas y, en casos avanzados, dificultades respiratorias.
El diagnóstico suele realizarse mediante estudios de sangre y orina que permiten medir la función renal y clasificar la enfermedad en etapas, siendo la Etapa 5 la que corresponde a insuficiencia renal terminal. En este punto, los tratamientos disponibles son la diálisis —que sustituye parcialmente la función renal— o el trasplante de riñón, considerado la mejor alternativa para recuperar la calidad de vida.
El 26 de septiembre, México conmemora el Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, una fecha que busca fomentar la cultura de la donación y reconocer el acto de quienes han hecho posible salvar vidas a través de este acto generoso. Sin embargo, más allá de la conmemoración, este día también recuerda la realidad de miles de pacientes que esperan un trasplante para sobrevivir.
El Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) y organismos estatales trabajan para concientizar sobre la urgencia de la donación de órganos, pues cada riñón donado puede representar la oportunidad de una vida plena para un niño que hoy enfrenta esta enfermedad.
“Los niños están muriendo con la esperanza de recibir esa llamada milagrosa”.
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