Redactor: Sam Torne
El panorama laboral en México podría transformarse radicalmente con una nueva propuesta que busca reducir la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas, acompañado de dos días de descanso por cada cinco trabajados. Esta iniciativa, promovida por la diputada Susana Prieto Terrazas y respaldada por el grupo parlamentario de Morena, se perfila como un paso crucial hacia la mejora de las condiciones laborales en el país.
La idea de reformar el Artículo 123 de la Constitución no es nueva. Fue presentada inicialmente en octubre de 2022, pero quedó en pausa. Ahora, a finales de 2024, el proyecto ha resurgido con fuerza, buscando establecer un equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores mexicanos, además de cumplir con estándares internacionales que fomentan jornadas más cortas.
Una implementación gradual
Para facilitar la transición, la reforma contempla un esquema de implementación progresiva que se adapta al tamaño de cada empresa:
- Micronegocios: Tendrán hasta tres años y medio para ajustarse.
- Pequeñas empresas: Dispondrán de dos años para implementar los cambios.
- Medianas empresas: Contarán con un plazo de un año y medio.
- Grandes empresas: Deberán adoptar la reforma en seis meses.
Este enfoque pretende minimizar el impacto económico en las empresas, permitiendo un tiempo de adaptación adecuado según su capacidad operativa.
Beneficios de la reforma
La reducción de la jornada laboral no solo tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de los trabajadores al brindar más tiempo para el descanso y la convivencia familiar, sino que también podría aumentar la productividad. Estudios internacionales han demostrado que jornadas más cortas pueden traducirse en empleados más motivados y eficientes.
Sin embargo, no todos comparten esta perspectiva. Algunos sectores empresariales expresan preocupaciones sobre un posible aumento en los costos operativos y la necesidad de contratar más personal para cubrir las horas reducidas. También se plantean dudas sobre cómo podría afectar la competitividad de las empresas mexicanas frente a mercados internacionales.
Consecuencias en el sector público
Una de las novedades de la versión actualizada de la propuesta es la inclusión de los trabajadores del sector público. Esto significa que, de aprobarse, la reforma beneficiará a un espectro más amplio de la población laboral, sentando un precedente significativo en la búsqueda de condiciones de trabajo más justas y equitativas.
El siguiente paso será el debate en la Cámara de Diputados, donde se evaluarán los beneficios y desafíos de esta reforma. De recibir luz verde, México se sumará a otros países que han adoptado jornadas laborales más cortas como parte de un esfuerzo por mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos sin comprometer la productividad.



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