En un encuentro con estudiantes de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, la candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, se vio enfrentada a cuestionamientos y críticas sobre su relación con los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI). Los universitarios le reprocharon aceptar ser candidata de estos partidos, controlados por dirigentes nacionales como Marko Cortés y Alejandro Moreno.
En el auditorio José Sánchez Villaseñor, estudiantes desplegaron una manta con la frase “Ibero tiene memoria”, haciendo referencia a casos de violación de derechos humanos en gobiernos anteriores. Ante esto, Gálvez respondió: “Yo no puedo resarcir el pasado de los políticos”.
La reputación de los dirigentes del PRI y PAN parece influir en la decisión de los estudiantes al definir su voto. Gálvez intentó contrarrestar este señalamiento recordando que también hay personajes cuestionados en Morena y defendiendo su independencia de acción.
Por otro lado, la candidata admitió errores en su campaña, especialmente en comunicación, y criticó la organización del primer debate presidencial del INE, donde aseguró que no pudo exponer todas sus propuestas debido a la dinámica del evento.
En cuanto a política exterior, Gálvez condenó la invasión a la embajada de México en Ecuador y prometió fortalecer el Servicio Exterior Mexicano evitando designar embajadores sin las capacidades necesarias.
El encuentro con la comunidad estudiantil evidenció las tensiones y desafíos que enfrenta Xóchitl Gálvez en su camino hacia la presidencia, en un escenario donde la transparencia y la relación con los partidos políticos tradicionales son temas de gran relevancia.
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