La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más avanzadas y prometedoras del siglo XXI, que tiene aplicaciones en diversos campos como la salud, la educación, la seguridad, la economía y el medio ambiente. Sin embargo, su desarrollo no es homogéneo en el mundo, y existen grandes brechas entre los países más y menos innovadores.
Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), entre 1978 y 2018 se registraron más de 340 mil patentes relacionadas con la IA a nivel mundial. De estas, solo el 0.6 por ciento corresponden a América Latina y el Caribe, lo que muestra el rezago de la región en esta materia.
Dentro de la región, México y Brasil son los países que más patentes de IA han solicitado, concentrando el 95 por ciento del total. México ha registrado 1,059 patentes, mientras que Brasil ha registrado 936. Ambos países superan ampliamente al resto de los países latinoamericanos, como Argentina (66), Chile (43), Colombia (29) y Venezuela (17).
Entre las áreas de aplicación de la IA más patentadas en México y Brasil se encuentran las redes neuronales artificiales, el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural, el aprendizaje automático y la robótica. Estas tecnologías tienen un gran potencial para mejorar la calidad de vida de las personas y resolver problemas sociales.
Sin embargo, el estudio también señala que las patentes solicitadas por México y Brasil provienen principalmente de empresas extranjeras, como IBM, Microsoft, Google y Samsung. Esto indica que hay una falta de inversión y apoyo a la investigación y desarrollo local en materia de IA.
Por ello, es necesario que los gobiernos, las universidades, las empresas y la sociedad civil fomenten una cultura de innovación y colaboración en torno a la IA, que impulse el talento nacional y genere soluciones adaptadas a las necesidades y realidades de cada país.
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