Por Deborah Buiza
Final de año o principio de año, uno con el corazón ilusionado y anhelante de que las cosas sean mejores o distintas los próximos 365 días, uno con sus ojitos brillantes y el corazón colmado de grandes deseos y propósitos para ahora sí, hacer una mejor vida.
Mitad de año… ¿cómo vamos?
¿Qué fue del “ahora si voy a comer sano todos los días”? ¿Dónde quedó el voy a trabajar por mí y mi relación para que sea más sana y amorosa? O ¿Cómo va el “este año concluyo ese proyecto que tanto me interesa”?
Si nos damos el tiempo para la reflexión, antes de llegar a las culpas, reclamos, excusas y pretextos, nos daremos cuenta que muy probablemente las cosas han pasado de manera muy diferente a como las imaginábamos e incluso como las planeamos, y es que la vida es así, la vida es también aquello que va sucediendo incluso a pesar de nosotros, de lo que deseamos, de lo que intentamos con todas nuestras fuerzas controlar, y si andas en esas “ondas” está por mucho más allá de lo que podamos “decretar”, “manifestar” o “afirmar”.
A mi forma de ver las cosas la vida necesita, entre muchas otras cosas, no sólo buenas intenciones, dirección, voluntad, esfuerzo, buena actitud e ideas que te impulsen hacia adelante (o hacia arriba si estás en el fondo) sino ajustes.
Hoy no te voy a proponer que le rasquemos al “¿por qué?” las cosas no han salido como las planeabas o necesitabas, sino en plan “¡súbete! Necesitamos ir a hacer unos ajustes” te propongo hagas una lista de cosas que requieren un “ajuste”, una “afinada” un “recalcular la ruta”.
Aquí, ahorita, con lo que tienes y sí puedes hacer, con la realidad que tienes en tus manos, con las fuerzas y recursos que tienes en este momento:
¿Qué ajustes necesita tu alimentación, tu sueño, tu actividad física?
¿Qué ajustes necesitan tus relaciones personales para ser más nutritivas, cercanas y con conexión?
¿Qué ajustes necesitas realizar para descansar un poco o hacer eso que tanto te gusta y que has pospuesto?
¿Qué ajustes necesita tu vida para “funcionarte” mejor?
Que tal que si para estos próximos seis meses no te impones y exiges hacerlo todo al “máximo”, “perfecto”, “con total eficiencia y eficacia”, “al mil” y que tal que implementas unos mínimos ajustes en algunas áreas, pero posibles y alcanzables que te permitan ir avanzando, y en el camino si se requieren más ajustes pues le damos otra vuelta.
Y tú ¿qué ajustes harías para sentirte un poquito mejor?
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