Gustavo Lomelín C.
Las turbulencias en los mercados financieros internacionales por las quiebras bancarias y el fantasma de la recesión en EU, ensombrecieron la 86 Convención Bancaria inaugurada el pasado jueves en Mérida, Yucatán.
Si bien los capitanes del dinero están preocupados por la sacudida financiera que inició la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y del Credit Suisse y sus nuevos efectos en puerta, el mundo no está al borde de una nueva crisis como la del 2008.
A pesar de ello, la prudencia prevaleció en la blanca capital yucateca por las sacudidas que se iniciaron desde el viernes 10 de marzo y las anticipadas para las próximas semanas.
La calificadora Moody’s degradó la perspectiva para el sistema bancario de EU de “estable” a “negativa” por el deterioro del entorno operativo del colapso del Silicon Valley Bank, Silvergate Bank y Signature Bank. Incluso, la calificadora prevé más riesgos para la banca estadounidense.
Más aún la Reserva Federal de EU reveló que prestó casi 12 mil millones de dólares a los bancos emproblemados durante los primeros 5 días de la crisis.
Aunque los bancos mexicanos tienen sanos niveles de rentabilidad, reservas, carteras y capitalización, las quiebras en las instituciones norteamericanas son una señal de alerta y deben tener mayor cuidado y cautela.
Durante la inauguración de la cumbre bancaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la fortaleza de los bancos y la economía mexicana frente al colapso sufrido la última semana y la consecuente turbulencia en los mercados financieros mundiales.
López Obrador les expresó su compromiso de no cambiar las reglas para la operación de los bancos en México y los exhortó a seguir haciendo negocios legales (con utilidades razonables) que impulsen el progreso con justicia en el país.
Rogelio Ramírez de la O y Victoria Rodriguez, secretario de Hacienda y gobernadora del Banco de México, respectivamente, descartaron que nuestro país enfrente un riesgo financiero sistémico y avalaron la fortaleza de la banca mexicana “robusta y suficientemente líquida”. No esperan que las sacudidas globales afecten a los bancos en nuestro país.
Así, en medio de la turbulencia bancaria y financiera y de la eventual recesión en EU, México está en otra órbita y aunque debe estar atento a las sacudidas externas, también debe estar listo para la llegada de una nueva ola de inversiones extranjeras. El Momentum mexicano está a la vista.
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