Cuando el Partido Revolucionario Institucional era poderoso y no perdía ninguna elección, había un grupo al que le llamaban “Nacidos para perder”, que eran los aspirantes a las candidaturas plurinominales tanto para senadores como diputados. El alto volumen de votación a favor del tricolor impedía que alcanzaran una curul o un escaño por el principio de representación proporcional.
El dirigente del PRI, Alejandro Moreno, tan criticado, vilipendiado y denostado en las recientes semanas, decidió organizar una pasarela de posibles candidatos a la Presidencia de la República para el 2024 en un evento llamado “Diálogos por México”. Entre quienes se presentaron están: Beatriz Paredes, Ildefonso Guajardo, Enrique de la Madrid, Alejandro Murat y José Ángel Gurria; todos ellos con cargos relevantes en su momento. Algunos que estaban convocados que no llegaron fueron Miguel Ángel Osorio Chong, quien abiertamente mantiene diferencias con el líder priista, y Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México.
Por supuesto, en dos días que duró el ejercicio, se escucharon críticas al actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador y proyectaron planes y perspectivas para trabajar en caso de que sean postulados y ganen las elecciones.
Al igual que en aquel tiempo triunfal del PRI en el que los aspirantes plurinominales estaban predestinados a no llegar, tristemente eso va a pasar con cada uno de estos políticos, que, si bien tienen experiencia y capacidad, sería una hazaña ganar ante la aplanadora del Movimiento de Regeneración Nacional.
Deben cargar, además, con todos los negativos del PRI acumulados durante 70 años que fueron gobierno en los cuales hubo corrupción, dispendio, malas administraciones, saqueo, decepción y cansancio de los ciudadanos.
El PRI se pudo recuperar de dos derrotas continuas frente al Partido Acción Nacional, en el 2000 con Vicente Fox y en el 2006 con Felipe Calderón. Ganó de calle con Enrique Peña Nieto las elecciones del 2012, pero las pifias durante su mandato nuevamente desalentaron a los votantes; por eso Andrés Manuel López Obrador triunfó con facilidad en el 2018 y ahora está haciendo lo necesario para mantener a Morena en el poder.
Ninguno de quienes aparecen como posibles candidatos del PRI tiene el arrastre suficiente para competir. A nadie pueden engañar; quien sea el elegido ya sea en solitario o en coalición,
difícilmente pudiera acercarse. Ni siquiera los aspirantes del PAN, Movimiento Ciudadano o Partido de la Revolución Democrática tienen oportunidad, juntos y cada uno.
Por eso la actitud ganadora de los morenistas, López Obrador en primer lugar. Saben que las encuestas y las tendencias son apabullantes a su favor. El candidato o candidata del PRI solamente aspira a incluir en su currículum que participó en unos comicios como candidato presidencial. No llegará a más.
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