Día Mundial de la Prevención del Suicidio

Laura García Rivas ANCOP

“Déjalo está exagerando, sólo busca llamar la atención”. – Es uno de los tantos comentarios que la sociedad hace cuando alguien expresa sus intenciones de suicidio. En pleno siglo XXI sigue habiendo personas que no le dan importancia a la salud mental lo que ocasiona que ignoren y no sepan detectar las señales de alerta de alguien que se quiere suicidar.

Es por ello que desde 2003 la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, estipularon cada 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de concientizar a la sociedad sobre el tema y hacerles saber que el suicidio puede prevenirse.

Vivimos en el constante mito, en el que aquel o aquella que busca suicidarse no hablará al respecto y actuará de manera silenciosa o que aquel que es feliz en público es feliz en todos lados, cuando la realidad es otra, aquellos que buscan e intentan suicidarse hablarán al respecto con su familia, amigos o alguien cercano a ellos, además, que en la mayoría de las ocasiones aparentarán estar feliz.

Es importante mencionar que 8 de 10 personas que hablan de sus intenciones de suicidio, lo comenten.

Según datos de la OPS tan sólo en 2019, en la Región de las Américas 97 mil 339 personas murieron por suicidio y se estima que 20 veces ese número fueron las personas que intentaron suicidarse. Asimismo, no debemos dejar de lado que el aislamiento por la Covid-19 ocasiono que la salud mental de las personas empeorara.

Hay que recordar que según datos de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio –IASP por sus siglas en inglés– el suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial en personas de todas las edades, siendo responsable de más de 800 mil muertes al año, es decir lo equivalente a un suicidio cada 40 segundos.

¿Cuáles son las señales de alerta de suicidio?

· Intenta obtener medios para hacer efectivo el suicidio.
· Cambios de humor.
· Abuso de alcohol y drogas.
· Cambios en la rutina normal.
· Hacer cosas autodestructivas e imprudentes.
· Despedirse de las personas como si fuera a ser definitivo.

Recuerda: el sufrimiento emocional que tiene el suicida no es voluntario, no es suficientes tener fuerza de voluntad para recuperarse ¡REQUIERE DE AYUDA PROFESIONAL! No dejes pasar por alto cualquier señal de alerta.